Anunciar premios gastronómicos siempre es agradable. Si además el premio recae en alguien de los que pensamos que son merecedores de él, que nos gusta y que hemos tenido la oportunidad de comprobar en directo, la alegría es más grande. Es el caso de Spoonik, que acaba de ser galardonado con el Premio Nacional de Hostelería en su categoría de innovación este año 2017.

Jaime Lieberman y Jon Giraldo son únicos en su trabajo. Quién haya tenido la oportunidad de probar algunas de sus elaboraciones en los diferentes eventos gastronómicos en los que han estado presentes ya habréis percibido que no son convencionales y que buscan siempre ir algo más allá. Pero si además se ha podido disfrutar de su creatividad gastronómica en alguno de sus espacios, con la ambientación que rodea al momento de la comida, sabréis de lo que hablo.

Los dos chefs siempre han ido un paso por delante en su concepto. Porque definir Spoonik como restaurante se quedaría corto. Hablamos de una experiencia sensorial en la que la comida es la protagonista, pero también lo son las bebidas y los originales maridajes propuestos por Unai Mata, así como el espectáculo audiovisual que acompaña el momento. Música, colores, mapping, actuaciones… en definitiva, varias disciplinas artísticas se combinan y te rodean desde el plato a las paredes.

Ayer 28 de noviembre recibirán el premio a la innovación en Salamanca, en la XI edición de estos premios otorgados por la FEHR, pero no ha sido el único que han recibido durante su trayectoria. Este en especial les hace especial ilusión por ese reconocimiento a lo extraordinario de su propuesta, pero su trabajo ha dejado huella durante este año al recibir la Insigna del Ayuntamiento de Barcelona como restaurante insignia, que agrupa a los 50 mejores bajo los parámetros de procesos de calidad. También ha sido reconocido por The Creative Awards 2017 cuando Jordi Roca, declaró sobre ellos:

Ponerse a la cabeza de más de 200.000 restaurantes es sin duda todo un logro. Mezclar la gastronomía colombiana y mexicana de forma armoniosa ya supone todo un reto que superan con creces. La magia que culturalmente tienen estos países se plasma en cierta forma en la oferta que los dos chefs ponen al alcance del comensal. Spoonik es un lugar único al que ir con la mente abierta, sin prejuicios y con el ánimo de dejarse empapar a través de todos los sentidos. Si no es así, no disfrutareis.

Así que hacedlo, solo se vive una vez.