Alberto Nanclares, Albariño (D.O. Rías Baixas- Valle de Salnés)
Preguntar es una de las mejores, más baratas y mas rápidas formas de aprender, aunque bien es verdad que esconde cierto riesgo si la selección del candidato no es la correcta y nos encontramos frente a un “lerdo” que solo dice simplezas. Pero si nos topamos con el individuo adecuado, podremos participar de su sabiduría sin pagar ni el tiempo ni el dinero que el ha debido invertir en atesorar esos conocimientos. Es un “sablazo” intelectual. Un acto de filibusterismo que ademas la víctima agradece, por aquello de “engordar el ego” y que muchas veces termina en compadreo y francachela entre parasito y huésped.
Pues hete aqui la situacion. Visitando Cambados, capital mundial de mi querido Albariño, entramos en la vinatería A Despensa do Ribeira y nos encontramos a José Luís, un sabio y un amante del vino y de su tierra que atesora conocimientos profundos del “quién” y el “qué” hay que probar. Ya os podes imaginar que viendo su conocimiento sobre el tema que nos ocupa, le sometimos a un rosario de preguntas y aclaraciones al que solo le faltaba la luz en los ojos para simular un interrogatorio. Pero José Luís se dejaba hacer e iba respondiendo ampliamente a cada una de las cuestiones que le planteamos. Os iremos dando cumplida cuenta de todas y cada una de sus recomendaciones, pero a modo de ejemplo y entre muchas otras sugerencias que nos hizo, nos dejo caer esta consejo: “¡Probad este Nanclares!. Alberto es un “friki” del Albariño que hace cosas especiales y distintas.”…. Y así hicimos.
Alberto Nanclares, Albariño 100%, DO Rías Baixas, sub-zona del Valle de Salnés. Un vinazo. Cuando descorchas su botella bordelesa y escancias la copa, lo primero que te sorprende es su color oro pálido, transparente casi traslúcido. En nariz predominan las frutas verdes, especialmente las ciruelas y un ligero toque a piña. En boca es espectacular. Untuoso y equilibrado, posee un fondo salino-mineral, típico de los albariños, que no desequilibra su buena estructura en absoluto. Mosto y ciruelas se acoplan a una acidez perfectamente ajustada que limpia la boca a cada trago que das. Su perfume persiste mientras el suave retrogusto salino te lo recuerda una vez bebido. Lo dicho, un vinazo.
Si os gustan los blancos. Si os gustan los albariños, no dejes de probar las elaboraciones de este “friki” genial.
Salud Camaradas !!