Axarquía: 5 años de vida y 5 platos para celebrarlo
Del Baix Llobregat os hemos hablado en muchas ocasiones. Por proximidad, por fidelidad y por convicción. Es una zona que guarda un gran producto y muchos restaurantes que, de estar en distritos postales como el 08003, 08007 ó 08036, por enumerar algunos, estarían en la cresta de la ola. Pero al estar en el área metropolitana permanecen escondidos como pequeños tesoros que logran su clientela fiel de forma sigilosa pero estable.
Es el caso de Axarquía, que después de 5 años al pie del cañón ha demostrado que la trayectoría del chef Tomás Rodríguez ha llegado a un momento álgido después de su experiencia de 20 años en cocina. Al decir esta cifra y verlo, choca su juventud, pero que no os engañe. Empezó muy joven y ha trabajado codo con codo con los Hermanos Torres en el Reno primero y después en Dos Cielos, a quiénes tiene gran aprecio, y con Santi Santamaría, primero en Can Fabes y posteriormente en el Evo. Para el que considera su mentor nunca le falta un recuerdo. Fue en 2012 cuando abrió su propio restaurante junto a su jefa de sala y pareja Esther Rodríguez. Hace tiempo que teníamos buenas referencias de él. De hecho, en alguna ocasión alguien me lo definió como el mejor restaurante de El Prat de Llobregat.
Desde entonces, su apertura, ha evolucionado pasando de la alta cocina herencia de su aprendizaje hacia al realce del producto. Sin perder la técnica en la que se instruyó, ha ido caminando hacia una cocina más sencilla donde el buen producto es el protagonista y donde nunca falta el del Parc Agrari del Baix Llobregat.
Ahora, 5 años después Axarquía se ha propuesto homenajear a todos aquellos que han pasado por su sala y hacer un ejercicio de vista atrás, recuperando los platos que durante este periodo han tenido más éxito y más han complacido.
El quinteto de Axarquía empieza por un plato de raviolis de foie y hummus en caldo de verduras del Parc Agrari del Baix Llobregat que hace la función de suavizar la grasa del relleno y para el que sugieren un espumoso de método ancestral; seguido de un arroz negro de sepietas con alioli de peras al que aromatizan con algo de vainilla, muy sutil. La salsa hace más meloso aún este fantástico arroz que acompañamos de un albariño, Inquedo. El tercer plato es un auténtico y original descubrimiento que demuestra el buen hacer del chef. Calamar a la brasa con picada de frutos secos. Hay que decir que, dependiendo del producto fresco que encuentren en el mercado, el calamar puede ser sustituído por sepia como fue el caso. Este cambio no desmerece un plato sabroso y bien hecho que se armoniza con Uve.
El paso a la carne viene de la mano del esperado Pota Blava, como no podía ser de otra forma. Un pollo difícil de trabajar, de carne dura y que necesita un buen trato para presentarse en la mesa tal y como debe ser. Tomás lo ofrece con gamba, un mar y montaña clásico con total protagonismo del producto y al que dota de unas gotas de coco y maiz sin mezclar para que puedas experimentar, igual que con la copa de un xarel.lo natural hecho en ánfora.
El rabo de toro da fin al menú antes de pasar a los postres. Igual que el Pota Blava, la carne necesita una dedicación que Tomás le otorga. Hecho con vino tinto y presentado en canelón, aunque con una pasta fina que aligera el bocado. De sabor potente, no podía acompañarse de otra forma que con un buen tinto Pirita crianza.
Pero el menú no acaba ahí, no estaría completo sin un buen postre… o dos. En este caso el prepostre presentado de frutas (melón y sandía) con sorbete de mango limpia la boca después del canelón y da paso a una tremenda torrija hecha con brioche. Un broche final perfecto.
Además de los platos descritos, que acaban siendo 7, hay que añadir que se añade un pequeño aperitivo de la que consiguió el tercer puesto en el concurso de Tapa del Año, el flamenquín de jarrete relleno con crema de tupinambos, brie y albahaca ahumada que es una previa del nivel que te espera.
Axarquía, como buen negocio integrado en su plaza, ha participado en varias ocasiones en los Quinto Tapa organizados por AGT Baix, consiguiendo posicionarse como finalista en alguna ocasión. Este año tampoco faltará a su cita para ofrecer una más de sus creaciones.
La celebración del 5º aniversario es el momento ideal para conocer el restaurante. Lo más probable, si decides ir a probar un plato, es que te quedes con ganas de mucho más. La idea de ofrecer un menú completo o lo que podríamos llamar “por partes” garantiza que, sea cuál sea tu apetito o tu paladar, encuentres un momento para visitarlo.