Bacalao…¿encebollado?
Recetas de bacalao encebollado hay muchas, pero yo no he seguido ninguna en concreto. De ahí que el nombre sea más una duda que realmente la receta en sí, pero es que es un bacalo encebollado, de eso si que no hay vacilación posible!!. La cuestión es que tenía un bacalao fresco para hacer, pero nada para acompañar y hacer una guarnición, pues tenía el tiempo justo para cocinar, así que haciendo inventario, tiro de uno de los alimentos fijos que suele haber en cualquier casa: la cebolla. Como siempre, nada de cantidades exactas para la recta, la única cantidad que es imprescindible es la imaginación y la adaptación a vuestro paladar!.
Primero la cebolla, cortada a juliana. En este caso yo he utilizado tres no muy grandes, pero le podéis echar tanta como queráis. Además de la cebolla, he añadido tres dientes de ajo, golpeados y una hoja de laurel. Lo salamos, ponemos aceite y a pochar.
Cebolla, ajo y laurel
A partir de aquí a fuego medio bajo, dejar que se vaya haciendo poco a poco, tapado para conservar el aroma del laurel, hasta que la cebolla se vaya poniendo transparente, coja algo de color y quede blanda.
Cuando ya esté en ese punto (o en el que vosotros queráis) añadir los filetes de bacalao. Yo lo he hecho con bacalao fresco, 2 trozos por persona. Lo bueno al ser fresco, aunque es quizá más insípido es que enseguida empieza a soltar la gelatina que hace que se ligue un poco de salsa, todo dependerá de la cantidad de aceite que le hayáis puesto.
Y nada más, así de simple, pero chicos, a mi me ha sabido buenísimo!!. Como siempre, opciones que podéis añadir: si os gusta el picante ponedle algún bicho o pimentón, con cuidado eso sí que no se os queme, algo de vino blanco, unas patatas que hayás cocido o frito antes si tenéis más tiempo. A vuestra elección. Es fácil y rápido y el bacalao está siempre tan bueno…
Como siempre, bon profit!