Barra Alta el restaurante donde encontrar las tres “b”
Sant Gervasi es una zona que parece que está reviviendo en lo que a su oferta gastronómica se refiere, donde se ven nuevas e interesantes aperturas como es Barra Alta. Un lugar para disfrutar del buen producto, de unas buenas elaboraciones y de muy buenos precios.
No es fácil conseguir esta combinación. Es necesario un equipo de profesionales de la restauración, con experiencia y con conocimiento del negocio y aunque no se puede negar que hay otros condicionantes que influyen en que un negocio funcione o no, esta es básica.
Barra Alta está gestionada por tres chefs, dos de ellos en cocina y otro en sala: César Guillen, Marco Arriaga y Daniel Roca. Entre ellos tres suman una gran experiencia tanto en formación como en lugares donde han podido poner en práctica lo que saben hacer y, por supuesto aprender cosas nuevas. La Masia de Sitges, Tickets, Niño Viejo o Petit Paris son algunos de los nombres que aparecen en su currílucum, así como Martin Berasategui, Albert Adrià o Carles Abellan. Cada uno de ellos ha aportado su grano de arena, su conocimiento y su buen hacer para que el proyecto se haya consolidado tan rápidamente.
Aunque se llame Barra Alta, la entrada al local está a pie de calle, pero se ubica en lo que podríamos llamar un semisótano. Nada más entrar encontramos la cocina a la vista que es rodeada por una gran barra, ideal para todos aquellos que no quieran perderse detalle. Más allá de esta barra, encontramos un acogedor comedor para todos aquellos que prefieran su mesa para comer y antepongan la comodidad ante la curiosidad.
A las horas de las comidas, el ritmo en su cocina vista es frenético pero ordenado, convirtiéndose en algo hipnótico si decides elegir su barra para picotear alguna cosa, en la que se recomienda tomar algunas de las ostras de diferentes tipos que ofrecen en su carta acompañada de alguna copa de vino o cava.
Su carta es cómoda por definirla de alguna forma y combina clásicos con platos algo más elaborados, ingredientes como el panko que utilizan en algunas de sus frituras como las croquetas de cocido, foie y trufa, o salsas agridulces les dan mucho juego para aquello que se sale de lo más clásico. En común todas ellas tienen como principal objetivo ensalzar el producto, hacerlo notar y potenciar su sabor y calidad.
Todo esto se hace patente en platos como el chicharrón de pulpo con mayonesa de sriracha que resulta perfectamente combinable con una presa ibérica de bellota a la brasa, sus tacos de cochinita pibil y sus buñuelos de bacalao con ajo negro y miel o su cap i pota de cerdo con bacalao y su ceviche de corvina. No hay que dejar pasar sus sugerencias del día, que ellos llaman “capritxets de la setmana” donde siempre habrá algún pequeño tesoro encontrada para ofrecer durante una semana.
Antes de pedir, debéis tener en cuenta que, la mayoría de las raciones que se ofrecen están pensadas para ser compartidas entre dos personas, pero Barra Alta facilitará mucho tu cálculo si sois más, ya que solo es cuestión de decírselo para que incrementen la cantidad y el precio proporcionalmente. También hay platos que son raciones individuales. Todos ellos están indicados perfectamente en su carta. Además Barra Alta ofrece un menú diario a mediodía por 14.95 euros incluyendo postre, pan y una bebida.
Respecto a sus vinos, aplican también una fórmula peculiar. Los precios de su carta son precios de bodega, por lo que puedes comprar cualquiera de las referencias para llevártela. Si decides tomarla allí, se cobrará un descorche fijo por cualquiera de las botellas elegidas de 6€. Un planteamiento que debería extenderse a muchos más locales.
Barra Alta es una de las novedades en Barcelona que ha conseguido un buen equilibro entre el producto ofrecido y el precio. Desde el primer momento, ha tenido una gran acogida en el barrio. Así resulta más fácil la rotación del producto para garantizar su frescura que no deja de ser su primer objetivo: producto de primera calidad a un precio razonable.