Baula, el pan de Barcelona
Baula es eslabón en castellano. Y un pan. Un objeto (el eslabón) y un pan dedicado a la Mercè, la patrona de Barcelona. Y por eso, por estar en Barcelona, por estar junto al mar, identifica al Mediterráneo a la perfección con un sabor a romero, oliva y sésamo
Pero retrocedamos un poco. La Baula surje de una serie de coincidencias a la hora de tener que organizar una exposición: el lugar era un antiguo horno, hoy un templo, como relacionar a la Mercè con el evento, bellas artes y fines solidarios. Toda una serie de eslabones, nunca mejor dicho, que acaban generando una cadena en la que encontramos en su inicio a Maribel Perpiñà y Teresa Artigas, las creadoras de este pan.
Con un aspecto que recuerda a los pretzel o los bagels su intención es que La Baula identifique la cuidad, como los ejemplos lo son en Alemania y EEUU. El sésamo, la Oliva y el romero en especial, como ya hemos indicado, son los ingredientes que sus creadoras han elegido por su sabor como los que identifican el mediterráneo. Para encontrar esta fórmula contaron con la colaboración de Daniel Jordà quien materializó la baula con la receta.
Un pan que además tiene unos fines solidarios, ya que La Baula es elaborada en el horno de la Fundació Ared después de que el maestro panadero les cediera la fórmula. Este fue el primer y quizá el más importante donativo para esta fundación que ayuda a mujeres con riesgo de exclusión social.
Hasta ahora la cantidad de baulas vendidas han sido 7.000, la producción es bajo petición y están presentes en eventos, aunque parte de su público también es la restauración. Si, como particular quieres conseguir algunas Baula, puedes comprarlas a través de su web.
Un pan que se come solo, como snack. No necesita acompañamiento, aunque puede soportarlo sin problemas. Cuando se rompe el eslabón (La baula), se comparte, se rompe una cadena para crear otra. Así, poco a poco, se irá extendiendo para llegar a ser el pan de Barcelona.