Brunch en Barceló Raval: #bloungebrunch
Uno de los brunch que teníamos pendientes hace mucho tiempo era el del Hotel Barceló Raval. Quizá por ser de los primeros en importar esta costumbre o quizá por qué es un hotel que me parece especialmente atractivo por su ubicación y su estética. La cuestión es que aprovechando una reunión especial de “antiguas alumnas” como yo la bauticé, que realmente era una reunión de compañeras de una época profesional ya cerrada, fue el momento y la excusa ideal para disfrutar de él.
La decoración del hotel es curiosa: figuras de animales, y algún toque de color más chillón entre los oscuros predominantes. Una luz con puntos de iluminación estratégicos para potenciar rincones.
La decoración que se extiende a su B-Lounge Restaurant donde encontramos el Bufet libre preparado para empezar el brunch. Encontraremos variedad de pequeños bocadillos, de mini bagels, salmón ahumado, vasitos con guacamole y nachos o hummus y pan de pita, rollitos de verdura, fruta…A él puedes hacer tantos viajes como consideres oportuno.
En la parte de más al fondo hay diversos panes y algunos platos calientes como verduras salteadas a la brasa, unas croquetas de setas y unas brochetas de pollo con un toque asiático. También algo de embutido aunque no es lo predominante y quesos y pizza para servirte la ración que quieras.
Además del bufet pero incluído en el precio, también puedes tomar la seña de identidad de cualquier brunch: los huevos. Puedes escoger entre tres estilos: Florentine, huevos con jamón York y salsa bearnesa; Benedictine con espinacas frescas y salsa holandesa o Arlintong salmón ahumado casero y salsa holandesa.
La parte más “pecaminosa” también tiene presencia. Alguna
tarta precortada y
pasteles individuales de mayor o menor tamaño satisfarán a los más golosos. Hay dulces pero me llamó la atención que no era lo que más predominaba. Para mi un punto a su favor ya que en alguna ocasión me ha parecido desproporcionada la cantidad de lo dulce respecto a lo salado, como si de esta forma incitaran a hartarte de azúcar. Pero bueno, es una percepción personal, habrá quien encuentre atractivo un brunch justo por ese motivo.
Cuando hayas decidido que has tenido suficiente, piensa que aun queda disfrutar de su
terraza 360 grados. Para redondear el momento de relax proponen encandilarse con las vistas cóctel en mano:
un mimosa o un bloodymary quedan incluidos en el precio.
Aunque el concepto de
brunch es el ya conocido en lo que a horario y formato de refiere, el
#bloungebrunch del Hotel Barcelo Raval me pareció
muy agradable, ya que huye del postureo y de incitar al consumo de copas y posteriores consecuencias más allá de lo necesario. Puede disfrutarse de él los
domingos de
12.00 a 16.00h en el
B-Lounge Restaurant y en la terraza por
25€. Sólo las vistas ya lo valen!