Bubble gastrobar
Aprovechando el inicio de la semana de temps de flors fuimos a probar alguno de los menús especiales que hacen para esta semana, en los cuales hay siempre algún ingrediente que sea una flor. Escogimos el bubbles gastrobar que no tenía mala prensa.El Menú está formado por una bandeja de tapas variadas, un plato principal a escoger, bebida y postre.
Menú de les flors · Girona Temps de Flors 2013
Tapas por persona
Nachos Soft y polvo de violetas
(tomate confitado, guacamole y soft de queso de cabra)
Estéticamente, lo más vistoso de todo: se lucía la presentación, al ser más original que el resto de platos. De sabor estaba bastante bueno, aunque como algunos sabréis la parte del queso no la probé y la textura era la de una mouse. Bien conseguida.
César de pavo escabechado, brotes tiernos y clavel chino
Algo parecido a un burrito, correcto, pero nada especial. Para mi gusto, un poco seco, quiza alguna salsa le hubiera sentado bien, hubiera quedado más jugoso.
Crema de guisantes a la menta con butifarra negra y flor de acacia
Bastante buena, pero sabía a poco, era un “chupito” aunque es cierto que este tipo de surtido de tapas ya suele ser así. En este caso, se notaba el aroma y sabor de la menta que le daba un frescor apetecible, junto con la combinación de la butifarra negra, una buena tapa
Coca de pimientos al carbón
No dejaba de ser una rebanada de pan con atún y pimientos, aunque éstos no eran demasiado visibles. Lamentablemente se notaba demasiado que estaba preparada, pues ya sabéis que el pan con tomate queda “mojado” si se hace con demasiada antelación. Bueno de sabor, pero hubiera estado más sabrosa con un pan de coca, con menos miga y, por supuesto, hecho al momento, pues no necesita cocción, sino sólo montaje. Una lástima porque es un bocado que siendo tan sencillo permite lucirse mucho si está bien hecho.
Ceviche de langostinos y flor de Malva
Bien, correcto, nada extraordinario. Muy picante, eso sí. Poca cosa que decir de esta tapa. Era ceviche, ni más ni menos, con langostino, tal y como podéis ver.
Croqueta con romesco de avellanas
No supe exactamente de qué era la croqueta. Mal asunto, no por desconfianza, pero si por la misma razón que con el pimiento: una tapa tan recurrente, que tanto gusta, se le podía haber sacado mucho más. Al principio pensé que era solo una bechamel muy espesa, pero después descubrí que tenía arroz. La salsa romesco de avellanas era tan poca que no puedo opinar de ella, como podéis apreciar en la foto. De acuerdo que no se trata de bañar la croqueta, pero sí de notar el ingrediente si está en el nombre del plato. Comestible, nada más.
Segundo plato a escoger
Los platos principales ganaron bastante, no en cantidad, pero si en calidad y sabor
Estofado de bacalao, setas y espárragos
El bacalao, ese gran manjar, estaba muy bueno, la salsa que lo acompañaba de setas y espárragos combinaba a la perfección. Teniendo en cuenta que el bacalao es tan versátil pero mal cocinado puede ser tan soso, debo reconocer que estaba en su punto, sólido, carnoso y muy sabroso.
Fideuada de calamares con all i oli (este plato no lo escogimos)
Entrecot especiado con “chimichurri” de ajos escalivados
El entrecot estaba tierno, bien cocinado y respetando la petición y la salsa que lo acompañaba le daba un buen toque, acompañado de un puré de patata casero. Correcto.
Postre
Crema de chocolate, pétalos de rosa y borracho de naranja.
Al final de la comida el postre elevó la nota media del menú. Era chocolate blanco y el bizcocho se deshacía en la boca. Muy bueno, dulce, pero no empalagoso, el bizcocho borracho, pero sin llegar al “coma etílico”, por lo que la combinación era exacta.
Pan y Vino
Acompañado todo un dos panecillos de pan buenos, pan blanco, sin opción de escoger, aunque es cierto que no fue necesario porque la ración era suficiente. Respecto al vino, nos dieron a escoger entre un blanco y el tinto Nuviana de 2011 del Valle del Cinca. No hubo restricción alguna y nos pusieron una botella directamente, sin necesidad de tener que ir pidiendo llenar la copa como en otras ocasiones se ha dado el caso y el vino, sin ser espectacular, estaba bueno. Correcto para el menú y el precio.
En general, salí un poco decepcionada, pero si tenemos en cuenta el precio (25 Euros todo incluído excepto café), las fechas y que se trataba de un menú degustación, no estuvo mal. Había leído muy buenas criticas y puntuación de este restaurante y quiero pensar que la semana de la fiesta de las flores quizá les sobrepasó. Posiblemente en el caso de volver a Girona opte por otros restaurantes que tenía ya elegidos, pero que en esta semana no tenían disponibilidad.
Temps de flors acaba este domingo y si tenéis oportunidad, echadle un vistazo a la web, pues además de los menús y la decoración de la ciudad, que no necesita para estar bonita, también es el festival “A Capela” donde hay varias actuaciones de grupos de este estilo y vale la pena, después de comer, dar un paseo, comprar un helado en rocambolesc y sentarte a ver uno de los conciertos.
Si lo visitáis, no olvidéis decir que lo habéis visto en Baco y Boca 🙂
sandra pavon santana
Pues tenia buena pinta!!
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