Cerveza Artesana Canadiense
¿Qué sabemos de Cerveza Artesana?. Poco. Por lo menos nosotros, menos de lo que nos gustaría. Si además, hablamos de Cerveza Artesana Canadiense, ya parece un examen final para los más destacados en el tema. Por suerte sí hay cierto segmento apasionado de esta bebida que trabaja a diario para darla a conocer al consumidor final, para popularizarla y para dar algo de luz a ese mundo aún desconocido para la gran mayoría de a pie.
Hemos tenido la oportunidad de aprender algo más de ellas, ya que pudimos asistir a un evento organizado por la Embajada de Canadá. Escuchamos como el Consejero Comercial de la Embajada nos informa sobre la industria de la cerveza artesana en este país. Curiosidades como que hace más de 150 años que se tiene constancia de la producción de esta bebida, que un tercio de la población consume cerveza (unos 10 millones de canadienses) o que el 97% aproximadamente de la producción se exporta a E.E.U.U son entre otras cosas datos que ayudan a hacerte una idea de lo que supone para este país. Destaca la fabricación para nichos muy exigentes, bien sea por paladares o por intolerancias a productos y la investigación en microbiología, levaduras o tecnología, existiendo etiquetas que según su color indican la temperatura óptima de consumo de la cerveza.
Después de esta pequeña introducción nos presenta a Gourpass. Un proyecto que nació hace unos dos años y es quien se encarga de la importación de las cervezas Canadienses a la Comunidad Europea y cuyos principales objetivos son dar a conocer estas cervezas, posicionarlas con una imagen de calidad y servir de intermediarios reportando a las cerveceras los comentarios de los consumidores finales. Pero sobre todo, difundir la marca “Canadá” por encima de cualquier marca concreta.
Y pasamos a la acción, porque no hay mejor forma de conocer algo que probándolo. Para ello habían preparado una degustación de 5 cervezas muy diferentes entre ellas que evidencian la diversidad de esta bebida encontrando una para cada ocasión y gusto.
Empezamos con Dulcis Succubus
Una cerveza que ha pasado por barril que antes tuvo vino blanco. Y Ácida, más aún si la temperatura a la que se ha servido es más fría que la que debiera, como fue el caso. Una cerveza con 36 meses de vida y 7 grados. Según se va atemperando, cambia totalmente su sabor y se atenúa su acidez. Personalmente, la que más me gustó (desde la casi total ignorancia…)
Seguimos con una Dunham Rye Esb
Un color más tostado, una cerveza de Québec, elaborada por la que ha sido premiada como mejor cervecera Novel de Canadá. En su botella indican la fecha de embotellamiento, algo poco habitual. Tiene un sabor amargo que perdura, mucho cuerpo y curiosamente, menos graduación de la que puede parecer al probarla: 6 grados.
Obsidian, Imperial Porter, pasada por barril entre 6 y 12 meses que antes había guardado ron. Color a café. Color y algo más, con un toque final picante y 9 grados. Una cerveza contundente, especial, la definiría como para los cerveceros incondicionales.
Hasta ahora la imagen de estas cervezas es algo “canalla” pero la siguiente Dominus Vobisqum tiene una presentación más sobria.
Cerveza de estilo Belga, Dominus Vobiscum es de color más claro, y extra strong. Curiosamente una cerveza muy suave teniendo en cuenta su graduación alcohólica, ya que son 10 grados!. Esta es de las peligrosas, dada la facilidad con la que entra. Una cerveza que puede soportar una comida con mucha dignidad.
Y la esperada y admirada Flying Monkeys de Edición Limitada. Muy diferente al resto: cerveza de Sirope de Arce, dulce, de once grados y medio. Su olor me recordó mucho a un vino dulce, pero al probarla contrastaba el sabor tan diferente al esperado, menos empalagoso. Su imagen, divertida, urbana y colorida.
Una cerveza con la que además jugamos, combinándola con cava a partes iguales para hacer el cóctel Perfect Velvet 2.0. La acidez del cava compensa su dulzor. Un cóctel que si lo queréis tomar por la mañana la proporción cambia a 2 por 1 (dos de cava por una de cerveza)
Toda una experiencia que indica todo lo que aún tenemos que aprender de la cerveza artesana. Gracias a Gourpass por enseñarnos la cantidad de colores, sabores, elaboraciones, ingredientes y matices que se crean combinaciones casi irrepetibles. Un mundo inagotable en el que no hemos hecho más que asomar la nariz. Y gracias a 2D2Despuma que se preocupa de mantenernos al día de las joyas que consigue pero a las que, lamentablemente, dedicamos menos tiempo del que nos gustaría. Pero bueno, rectificar es de sabios.