Cristiari 2012, Blanco (DO Costers del Segre). Exótico y elegante
¿Cómo maridar Sushi, Sashimi, Teriyaki,… etc, etc?. ¿Qué vino escoger para acompañar pescado crudo o salsas agridulces y en general los sutiles paladares de la cocina japonesa?. Seguramente cada uno de nosotros tendrá su particular respuesta a este dilema y seguramente todas serán acertadas. En nuestro caso utilizamos un sencillo árbol de decisiones:
¿Blanco o Tinto?
Blanco
¿Seco o Dulce?
Seco… y Cítrico
¿Por qué?. Si partimos de la base que los vinos blancos secos deben respetar el equilibrio dulce-ácido y vamos a comer con salsas agridulces, la opción es buscar un vino que complemente el dulzor de la comida. Aunque ya sabemos que sobre gustos no hay nada escrito.
Hasta aquí la primera parte del dilema. La siguiente fase fue encontrar un vino que se adaptase a nuestra decisión y en este caso tuvimos suerte porque estaba perfectamente identificado en la carta de vinos que nos ofrecía el Restaurante Bun Sichi: el Cristiari Blanco 2012, DO Costers del Segre de Bodegas Vall de Baldomar.
El Cristiari Blanco 2012 es un coupage de dos uvas de origen centroeuropeo, la Müller Thurgau y el Pinot Blanc.
La Müller Thurgau es una variedad de uva creada por Hermann Müller, un botánico y enólogo suizo, nacido en 1850 en el cantón suizo de Thurgau que decidió cruzar Riesling y Madeleine Royale (Silvaner según otras versiones) para obtener esta nueva variedad. Müller buscaba un tipo de uvas que conjugaran la aromaticidad de la Riesling con la maduración más temprana de la Madeleine Royale, así llamada porque se puede recolectar a partir del 22 de Julio, festividad de María Magdalena. Como pasa casi siempre, el resultado final de un experimento, planteado teóricamente, aporta resultados adicionales a la hipótesis de partida y en este caso se obtuvo una variedad de uva que además de las propiedades buscadas aportaba una amplia capacidad para crecer en climas y tipos de suelo no aptos para otras variedades. El resultado final es que la Müller Thurgau se ha convertido en una de las variedades más cultivadas en Alemania y zonas vinícolas limítrofes, dando unos vinos jóvenes, elegantes y ligeramente ácidos.
El Pinot Blanc o Klevner aporta cuerpo y untuosidad al vino.
El resultado final de este coupage es un vino especial, distinto, original y elegante que regala una extraordinaria intensidad aromática. A la vista es amarillo pajizo, limpio y muy brillante. Es intenso en nariz con aromas limpios a frutas blancas y cítricos. En boca posee una buena entrada, con un sugerente paso en boca, buena estructura y una acidez cítrica y refrescante que lo define y le da profundidad. Es elegante y con personalidad propia. Su precio en bodega no llega a los 10€ y gracias a su proceso de elaboración puede permanecer un largo periodo de tiempo en botella sin perder sus particulares aromas y delicado bouquet. Personalmente encuentro su etiquetado de una gran elegancia.
En fin, un maridaje “exótico” entre vinos germánicos y cocina nipona. Un hallazgo…… ¡¡Salud Camaradas!!
JpueyoS
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