Destino A Coruña: La ciudad de cristal.
A Coruña es una ciudad abierta al mar, bonita y acogedora que la convierte en un lugar de destino ideal para una escapada. En ella vamos a encontrar tapeo y del bueno, cultura, historia, mercados. Si tienes 3 ó 4 días, bien organizados serán suficientes para disfrutar de esta cosmopolita ciudad que tiene muchas más cosas de interés que se la sede y hogar del grupo Indetex.
Cuando se celebró Boucatise, aprovechamos para hacer algo de turismo y tomar nota de lo que resulta imprescindible. La ciudad es pequeña, es fácil recorrerla aunque no tengas mucho tiempo, se trata de organizarse bien y después, según las horas que pases allí, darse más o menos caña para ver cosas. Os explicamos algunas de las que para nosotros no debéis perderos. Así que, mirar vuelos (nosotros fuimos directos con vueling), buscad un hotel y a disfrutar.
Para empezar ambientarse, lo mejor es empezar con un buen paseo que nos ubique. Para ello, el que en su momento fuera el barrio más pobre, la pescadería, hoy resulta imprescindible para ver sus famosas galerías: los balcones que, imitando las popas de los barcos, quedan cerrados para ganar espacio a las casas, manteniéndolas algo más aclimatadas y consiguiendo tener más luz y temperatura. Así, la antigua pescadería hoy es un lineal de 500 metros digno de ver.
Pero una de las mejores mejores formas de conocer A Coruña es aprovechar la resurrección de ciertos personajes históricos que hacen de guía para explicarnos su papel en la historia de esta villa. No te pierdas una visita guiada con la heroína María Pita, mujer de armas tomar, nunca mejor dicho. Rodeada de polémica, a la que hoy en día se le podría cantar aquello de “yo tuve tres maridos, y a los tres envenené”, Maria nos explica como su rebeldía y fuerza sirvió para revivir el fulgor del pueblo ante el asedio de los ingleses en 1589.
Otro de los curiosos resucitados es Manuel María Puga y Parga, más conocido como “Picadillo”, alcalde de la ciudad y un gran gastrónomo (literal viendo su volumen en alguna foto). Autor del libro “La Cocina Práctica” en el que plasmó platos como el pulpo a feira, los garbanzos al estilo Carmelita o el bacalao al estilo picadillo, no deja de ser un personaje que te explicará de forma curiosa y divertida como puedes ver un espectro, el de la prometida de Sir John Moore, que viene a visitarlo a su tumba en El Jardín de San Carlos cada 16 de enero, loca de amor.
Saber el origen de los Jardines del relleno o el Paseo de los Parrotes, hoy el metro cuadrado más solicitado de A Coruña (si es que lo puedes pagar); porque la plaza del General Azcárrega es conocida como “la Plaza de la Harina” o ver uno de los cruceiros más importantes de Galicia por ser de fuste monolítico son algunas de las cosas que, mientras paseas, podrás descubrir.
Después de este toque cultural, entra el hambre. En A Coruña, aún yendo a ciegas se va a comer bien. Quizá para asegurarnos es suficiente con entrar a algunos de sus mercados y ver su producto. La visita al Mercado de San Agustín va a suponer empezar a salivar. Mientras que se ven los productos únicos y fresquísimos como las centollas, los bogavantes o los pulpos, entre otros pescados brillantes a los que solo les falta hablar, la imaginación viaja con facilidad hasta ponerte delante de un plato con alguna de aquellas maravillas cocinadas. Visita obligada.
Ahora sí, una vez alimentada el alma, culturalmente hablando, toca alimentar el cuerpo.
Si vais desde Barcelona, podéis tener un gran reencuentro con uno de los restaurantes que dejó marca en la Ciudad Condal: Ecléctic. Su salida de Barcelona para encontrar un lugar más tranquilo les llevó a A Coruña, y diría que se quedaron allí porque no olvidemos que estamos en el lugar donde la tierra tiene su fin. Su apuesta por el producto de proximidad, de mucha mucha proximidad les lleva a trabajar con pequeños productores que siempre te van a garantizar lo mejor de lo mejor. Eso si, siempre que haya. Pero entra y déjate llevar, aunque sea solo para comerte una de sus tremendas croquetas.
Para continuar activo, es muy recomendable una caminata or el Paseo Marítimo. Y digo caminata porque hablamos de 13 kilómetros desde el Castillo de San Antón (el del fantasma) hasta el Portiño, convirtiéndose el más largo de Europa. Te permitirá tener una buena panorámica de la ciudad y de su puerto, uno de los más importantes de España. Para no perderte nada, sigue las farolas rojas de Julia Ares con toques modernistas, como si fueran las migas de pan de garbancito.
Otra opción para volver a hacer gana es visitar la Torre de Hércules. Declarada Bien de Interés Cultural en 1931 y monumento Patrimonio de la Humanidad en 2009, la torre es el faro romano más antiguo del mundo y el único que se conserva en servicio. Visto desde fuera, su aspecto no es el de un faro con más de 2.000 años, ya que se revistió a finales del siglo XVIII, pero su interior se conserva y a sus pies veremos una gran rosa de los vientos.
Para esta jornada, otro de los lugares para un buen tapeo es Bocanegra. Allí Pablo Pizarro te ofrecerá un buen surtido de platos en los que se mezclan la innovación y la tradición. Puedes elegir lo que más te guste, porque el producto y la buena técnica te dan la garantía de que tomarás algo bueno. Y no solo en el plato, el acompañamiento de una buena copa de vino hará el momento mucho más grato. Su cocina preside el local y alrededor de ella se colocan las mesas, logrando un buen ambiente. Así que bien sea un ceviche, un tataki o un bocadillo de calamares (dicen que de los mejores que hay), algo tendrá que caer.