Kynoto Sushi Bar, un japonés discreto y escondido
Kynoto Sushi Bar, un discreto restaurante japonés en el barrio gótico de Barcelona.
Kynoto Sushi Bar es un pequeño restaurante que casi pasa desapercibido. Con una iluminación tenue, tanto por fuera como por dentro, es fácil que pases de largo y no te des cuenta de que existe. Es posible que ese sea parte de su encanto. Pero no es el único.
No es necesario que os diga que la comida japonesa es la protagonista en Kynoto Sushi Bar. Desde el 2004 así ha sido. Fue la opción que escogieron y aunque ahora es fácil encontrar un japonés, hace 12 años no lo era. Y esa fue la razón de decantarse por abrir un restaurante asiático, además de la afición por la gastronomía nipona.
En una zona de poco paso, una de las calles del barrio gótico cercana a Via Laietana, Kynoto Sushi Bar se ubica en la que podríamos llamar la zona de este barrio más olvidada, con poco tráfico, en la calle Correu Vell, número 8. El local que hace esquina con la calle Groc, es pequeño y tiene dos pisos.
En su parte de abajo encontramos enseguida la barra donde se hace el sushi, al momento. Puedes verlo si optas por sentarte en una de las tres barras de esa planta. En su parte alta, que es donde estuvimos solo con unas pocas mesas hacen que te sientas como en casa. Con una ambientación oriental y una decoración mínima, es fácil relajarse.
Tomaremos algunos de sus platos más típicos, dejándonos aconsejar por ellos. Allá vamos.
Gyozas de verduras y carne, las típicas empanadillas japonesas. Una ración de 4 me parecieron algo más grandes de las que hasta ese momento había visto. Muy buenas. Compartimos también una ensalada de algas marinadas. Bastante completa, la ensalada llevaba salmón ahumado, sésamo y un toque picante aportado por la cayena. Muy jugosa y fresca.
Y vamos ya con lo que es lo más típico de la cocina japonesa, o, por lo menos, lo que al final todos acabamos probando cuando vamos a un restaurante de este tipo, sus elaboraciones de pescado. En Kynoto nos recomiendan que entre sus Uramaki (rollos con arroz por fuera) pidamos un Dragon y así lo hicimos. De anguila ahumada y caramelizada, con huevas de massago, pepino y con una pequeña loncha de aguacate para cubrirlo y ligeramente salseado con salsa teriyaki.
Bien hechos, con el arroz en su punto, sin ser demasiado pegajoso pero aguantando sin deshacerse, consiguen un buen equilibrio de sabores entre el dulce y el ahumado de la anguila. El aguacate aportaba cremosidad a la combinación. Una buena ración de 8 piezas más que suficiente.
Continuamos con un Tataki. De los que ofrecen en su carta (atún, salmón, frutos de mar, pez mantequilla y el picante) nos decantamos por el de salmón, servido con mayonesa de wasabi.
Marcado, casi solo para atemperar, guarda toda la cremosidad. Un salmón muy fresco y de buena calidad, solo con el toque de mayonesa, nada de sésamo ni ninguna otra semilla que pudiera distraer el sabor. Bien hecho, personalmente, creo que es la mejor forma de apreciar la calidad y el sabor propio del salmón.
Acabamos con unos niguiris muy especiales.
Niguiris de Chocolate con mermelada de arándanos. El dulce final.
Kynoto Sushi Bar fue una buena experiencia. Un restaurante donde puedes disfrutar de una discreta cena para charlar tranquilamente, sin tener que alzar la voz y para disfrutar de un buen producto. A nosotros nos sirvió para darnos cuenta de que en Barcelona, aún nos quedan muchos tesoros por descubrir. Os dejamos su web:
Kynoto Sushi Bar
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