La Bodegueta del Museu
No es la primera vez que voy a este restaurante. He tomado el menú diario, alguna cena a la carta e incluso pasé allí una verbena de San Juan con menú especial completísimo y música para bailar después, pero no había ido nunca a probar el menú de fin de semana, aunque conociendo su cocina y su trato, no tenía duda de que saldría satisfecha. Ahora que puedo compartirlo con vosotros y que da más pereza cocinar, surgió la oportunidad de ir a comer un domingo, así que no dudé en sacar provecho a la visita para luego explicarosla.
La Bodegueta del Museu junto con La Bodegueta de L’Hospitalet son dos restaurantes cercanos del mismo grupo, uno en Hospitalet Centre y el otro en Cornellà, pero prácticamente en la frontera también de Hospitalet. De los dos, os hablaré de la Bodegueta del Museu.El restaurante se ubica dentro de la Masia Museu Serra, del siglo XVII. La familia Famades de L’Hospitalet levantó este edificio en 1667, reformado en el siglo XVIII, que fue comprado por la familia Serra, ceramistas, en 1927. En 1990 fue convertida en Museo donde se exhibe una valiosa colección privada de arte en cerámica, siendo aún el taller del ceramista Jordi Serra. Un espacio muy bien aprovechado con un jardín que en verano es una terraza ideal para disfrutar en las noches alejados del mundanal ruido. En su página web podéis ver que también dan servicio a celebraciones.
Masia Museu Serra
Fuí un mediodía, pues aún se estaba bien en el exterior, eso sí con sombrilla, aunque a las alturas del año en las que estamos, quizá es mejor visitarla por la noche.
Terraza La Bodegueta del Museu
En cualquier caso, el restaurante en su interior es muy atractivo. Decorado con gusto, moderno, pero nada fastuoso, con espacio suficiente entre mesas y una vidriera como pared que permite ver el exterior, sin crear así ninguna sensación de encierro. Una buena combinación de colores púrpuras, grises y negros, y paredes con grandes cuadros dan un toque diferente al interior.
Comedor interior La Bodegueta del Museu
Fuimos a tomar el menú de festivos, lo tenía en mente desde hacía tiempo y uno de los motivos era, además de conocer su cocina, la prespectiva de encontrar una vez más, buenísima relación calidad precio en este menú que consta de un primero y un segundo a escoger entre tres y un postre casero de los que tengan en ese momento, bebida incluída. Los platos suelen ser generosos y los menús tienen la suficiente diversidad como para que seguro que guste alguno de los platos. Los primeros fueron
Esqueixada de Bacalao
Un buen timbal, una completa ración con hermosos trozos de bacalao, acompañados de tomate, olivas y aliñados con un buen aceite de oliva. Cuidadosos en el servicio, se percibe que se preocupan por la presentación de los platos sin olvidar que hay que rellenarlo con la comida!. Utilizaron pequeñas bandejas de buen tamaño.
Detalle Esqueixada de bacalao
Realmente, una esqueixada muy buena, bien condimentada que os recomiendo que pidáis en vuestra visita.
Otro primero también fue un plato frío, que apetecen más en esta época del año, una ensalada de jamón de pato con vinagreta de miel.
Ensalada de jamón de pato con vinagreta de miel
Otro gran timbal de diferentes hojas y brotes, totalmente cubierto de jamón de pato, con una presentación impecable, con mucho gusto y con pequeños toques de crujiente de bacon. Pequeños detalles, como la flor en el plato y la dedicación que le han dado a la disposición de las lonchas de jamón de pato destacan una vez más, el esmero en la apariencia de los platos.
Mezclar dulce y salado necesita su punto de equilibrio para que se perciban los dos sabores sin que uno sobresalga excesivamente, pues perdería su atractivo. Esta ensalada estaba acertadísima en esa unión.
Continuamos con unos completos segundos, uno de carne y otro de pescado, a cual más sabroso.
Brocheta de solomillo en cama de espinacas a la catalana y pomelo
Servida en pizarra, una buena brocheta, grande, con buenos tacos de solomillo era el segundo plato del menú. La carne estaba en su punto exacto de cocción y otra vez nos encontramos con el atrevimiento del mix dulce-salado al ir bañada de una salsa de pomelo, que también daba un toque amargo final. Tres paquetes de espinacas a la catalana remata el plato, una guarnición perfecta para no sobrecargar el contenido.
Guarnición espinacas a la Catalana
El otro segundo era de pescado, un rodaballo a la parrilla con salsa d’all cremat. (ajo quemado)
Rodaballo a la parrilla con salsa d’all cremat
Aunque aquí el Rodaballo no es como en el norte, donde puede ser cinco veces más grande y de carne más firme que los que suelen servirnos por aquí, es un pescado que cuando tengo oportunidad lo pido. Me parece sabroso, además suele estar cocinado a la parrilla o a la plancha, algo que permite notar la dureza de su carne y todo su sabor. Acompañado en este caso con la salsa d’all cremat tan adecuada para los pescados y una guarnición de verduras también hechas a la parrilla: espárragos verdes, pimientos rojos…al dente, buenísimos.
Detalle guarnición rodaballo
El vino que nos acompañó en esta ocasión fue un tinto D.O. Cariñena, El circo, con una web muy original…Un caldo muy correcto, más aún para un menú.
Vino El Circo
Y pasamos a la parte golosa: los postres. Diversas tartas a elegir, de chocolate casi todas, una de blanco, otra brownie, otra con plátano… Cogimos un clásico, el brownie y, por aquello de probar dos cosas diferentes, la de chocolate blanco.
Tarta brownie
La nuez te la encontrabas en cada bocado de esta tarta. Con un intenso sabor a chocolate, muy buena, pero quizá demasiado densa, aunque era de esperar teniendo en cuenta que el brownie debe ser así. La ración era buena, nada rácana.
Tarta de chocolate blanco
Es el segundo postre de chocolate blanco que pido últimamente, y es una demanda que suelo hacer con cierta precacución, porque aunque reconozco que soy golosa, el chocolate blanco suele empalagar. Pero curiosamente, tanto en este como en el helado que comí en el restaurante Follia es mucho más suave en postre. En este caso era tarta pero muy lígera, casi una mouse, que no cansaba nada el paladar. El remate perfecto!
Recapitulando, confirmé que el Museu de la Bodegueta es uno de mis restaurantes fijos para Carta, Menú diario o Menú festivo. La relación calidad-precio es buenísima, el servicio correctísimo, las raciones completas y el entorno encantador, bien sea en el interior como en la terraza. Además, han añadido una carta de tapas que puede ser ideal para una cena más ligera, pudiendo disfrutar igualmente de este restaurante. Os animo a visitarlo, no os defraudará.
Ya sabéis…Si lo visitáis, no olvidéis decir que lo habéis visto en Baco y Boca 🙂
Sandra
Muy buena pinta! Yo lo tengo pendiente desde hace tiempo y ahora ya se que será una buena elección cuando tenga oportunidad de ir!
Lui
No lo dudes!!