Hamburguesas Reales, y no por monárquicas.
La Real BCN ha tenido un primero logro: su logo. Me ha parecido muy bien parido. Simple, sugerente, básico y claro. Dos manos cogiendo una hamburguesa que no se ve y que eligen así a propósito porque es la imagen que quieren transmitir: comer una hamburguesa y comerla con las manos. De hecho, cuando hace dos meses abrieron no entendían la demanda del público cuando les pedían cubiertos. Porque de donde vienen sus dueños, comer una hamburguesa es un acto festivo, de reunión, relajado y casi de celebración en el que no importa mancharse y rechupetearse los dedos.
El resto de logros los podemos encontrar en sus platos.
El equipo de La Real BCN está relacionado con el mundo de la hostelería. Cada uno de ellos tiene su negocio separado, pero se unen en este proyecto más informal para combinar una comida típica americana: la hamburguesa, los Hot Dogs y los batidos. Este triplete es un recuerdo de su infancia que echaban de menos en Barcelona.
Al llegar aquí, buscaron los proveedores de la ciudad, de cercanía. Para la cerveza, optaron por una artesanal fabricada en Poble Nou, para las hamburguesas fueron haciendo prospección en los mercados más cercanos para encontrar lo que buscaban: la de ternera, la de buey (mal llamada, ya sabemos que es vaca vieja) o la de cerdo. El pan fue una lucha aparte para encontrar el idóneo que aguantara bien la hamburguesa y a su vez no le restara protagonismo. Para los helados escogen Oggi gelatto y para sus postres las tremendas tartas o cookies americanas de Silk’s cake (azúcar en vena, pero irresistibles).
Llegan así a los que hoy son sus proveedores, a veces con el método infalible de prueba y error y poco a poco van definiendo su proyecto. La hamburguesa no es ninguna tendencia, la oferta de locales especializados ha provocado que ya no se pidan hamburguesas en un restaurante. Si quieres una la buscas especial, buena y con buena materia prima y la buscamos en un local especializado. Lo mejor de todo es que se encuentra.
El local está en un chaflán cercano a Passeig de Gràcia aunque lo suficientemente alejado para no estar en su radio de acción. La Real Bcn está más pensada como oferta para el barrio, sin ínfulas. Al parecer ha sido bien acogida por la cantidad de movimiento que vemos en el local. Y es agosto y mediodía…
Se concentran en la comida y en la cena. No hay desayunos ni meriendas, ni brunch ni parrilladas. La Real Bcn es una hamburguesería, así se ha concebido y así quieren posicionarse. En su carta lo dejan claro aunque dan otras alternativas para reproducir al 100 % ese recuerdo infantil. Cuatro entrantes que pueden servir como primero o como picoteo para compartir: patatas dips al aroma de trufa y crema caliente de parmesano que también pueden servir para acompañar tu hamburguesa, cambiando la guarnición base por esta si pagas un suplemento; alitas con salsa barbacoa, nachos o ensalada verde. Los principales lo componen 8 hamburguesas elaboradas con diferentes tipos de carnes: ternera, cerdo, pollo, cerdo y buey. Bien, la de pollo no es una hamburguesa, sino pechuga de pollo rebozada. También hay una opción de hamburguesa vegetariana.
Las mezclas son las típicas, no hay ninguna hamburguesa de autor ni creativa que incorpore algo fuera de lo habitual. Con queso, con queso doble, con cebolla caramelizada o crujiente, con bacon o con setas son algunas de sus propuestas. Sin sorpresas. Al final, cuando a alguien le apetece comer una hamburguesa es lo que busca. Los hotdogs son menos, solo tres opciones y los postres y batidos tampoco ocupan gran espacio. Una carta tan breve pero tan concisa y selectiva creo que les ayuda mucho a ponerse en ese lugar que buscan. No necesitan, de momento, nada más.
La Real BCN está pensada por y para burgerlovers. Tomad nota.
@larealbcn Hamburguesas reales.