Marea Alta, ¿dónde está la guarnición?
Hablar de Marea Alta es hablar de uno de los restaurantes con mejores vistas de Barcelona, no hay duda, pero también es hablar de un muy buen servicio y sobre todo de un producto impecable.
Desde que empezaron las obras en las plantas 23 y 24 del edificio Colón de Barcelona, hace dos años ya se veía que lo que aquello acabaría siendo daría que hablar. En estos dos años, Marea Alta en la planta se ha consolidado como uno de los lugares donde poder disfrutar de elaboraciones y técnicas aplicadas a sacar el máximo jugo posible al producto que allí llega a diario.
El pescado que utilizan es el mejor de cada casa o, mejor dicho, el mejor de cada puerto. De cada lugar de la costa llega lo mejor que el mar provee: el marisco de Vigo y A Coruña, el rodaballo de Guetaria o las gambas de Palamòs entre otras cosas que son tratados con aquella técnica que permita saborearlos al máximo.
La materia prima es el sustento, pero no olvidemos que el tratamiento que recibe es lo que permite que al final llegue al plato en su punto justo. De ahí que las elaboraciones, igual que el producto, se importen de donde más afamadas son. Normalmente, la brasa y los ahumados son los grandes aliados de la cocina de Enrique Valentí en Marea Alta, pero además las frituras andaluzas o los guisos de Menorca se cuelan en su carta para conseguir un abanico variado donde cada producto se presenta como mejor podría hacerse. Marea Alta es un restaurante marinero pero distanciado de la imagen que nos vendría a la cabeza al nombrarlo así.
Platos de su carta más elaborados como el gazpacho de aceituna agazpachada, aceituna aliñada típica del sur, servido con gamba lacada con el jugo de sus cabezas y tomate cherry de su propia huerta; el tartar de calamar con hoja de siso y reducción de oloroso cohabitan con la sencillez de las kokotxas de merluza hechas a la brasa, las gambas de Palamós, las sardinas ahumadas a la brasa o el rodaballo con agua de Lourdes, que utilizan para mantener el pescado bien hidratado mientras que se hace al fuego; consiguen, en cualquiera de los casos ensalzar siempre el ingrediente principal.
Marea Alta envuelve todo este producto de un entorno único y de una vajilla que parece un traje a medida. Un conjunto en el que cada pieza tiene su lugar y su sentido, pensado, en el que el azar no tiene lugar y que encaja con un discurso marítimo de principio a fin. Todo es muy sencillo para conseguir un objetivo agradar al cliente, sobre todo, al público local.
En una ciudad como Barcelona, el proyecto podría haber sido mucho más sencillo: un restaurante pensado para turistas, en el que se hubieran podido permitir bajar la calidad del producto, hacer arroces y seguir dando de comer bien con menos esfuerzo. Pero no se trata de eso, sino de lo puro.
Hablamos con Enrique Valentí quién nos explica como el concepto de Marea Alta resulta difícil de entender por el público turista. Con un porcentaje de 75% de público nacional y un 25% de público extranjero, un buen ratio tratándose de un restaurante en la Ciudad Condal con vistas tan espectaculares, en algunas ocasiones, al presentar el plato el cliente extranjero pregunta “¿Dónde está la guarnición?” resultando difícil de concebir para mucha gente este concepto austero de dedicar toda la atención a solo un ingrediente en un plato despojado de todo artificio.
En los dos años de vida de Marea Alta no ha habido grandes cambios. Sigue siendo como fue pensado, aunque hay que amoldarse (“el consejo más sabio siempre te lo dan los clientes” nos dice Enrique Valenti). De ahí que sigan manteniendo unos mejillones en escabeche que se ofrecen desde el primer día y que se han convertido en el plato estrella de Marea Alta. Conseguir que un plato con tantas referencias se convierta en tan aclamado no es fácil.
Además de su pasión por el producto, Enrique Valentí reflexiona sobre las modas. “Entre tantos nuevos platos, entre tanto ceviche y tiraditos, hoy guisar es vanguardia”. Una técnica antiquísima de cocina lenta, que necesita tiempo resulta totalmente imprescincible para él. Es la única forma en que puede llevarnos de viaje por varias formas para fusionar sabores, como hace con sus alubias de Santa Pau con carrilleras de atún con mojó picón, cocinado con un caldo de cerdo o con su guiso de garbanzos, ortiguillas y raya.
“¿Y arroces?” le preguntamos. “¿Arroz? quizá sí, pero no ahora ni en Marea Alta.”
Puede que sea una pista de lo que ya le ronda por la cabeza a este empresario hostelero, o puede que simplemente sea la respuesta clara a una pregunta.
La experiencia de Enrique en Marea Alta le lleva a una clara reflexión: “La gente aprecia muchísimo el purismo y la sencillez”. Algo que no es nada fácil.
Cris Opositora
Me lo apunto para mi siguiente visita. Pinta de lujo. Feliz semana. Cris Opositora
Luisa Ramos
Bien hecho!
sofia Torre Rueda
Que buena pinta! Me lo apunto para conocerlo pronto. Gracias por la recomendación
Luisa Ramos
Es un lugar único!. Ves toda Barcelona y disfrutas de una comida extraordinaria.
Amanda Santamaria
Menudos platos y calidad que nos muestras, un lujo. Un saludo Amanda
Luisa Ramos
La verdad es que es un lugar único!
DAVID POR MADRID
Me encanta el nombre del restaurante y como no esa maravilla de platos!! Muy buenas fotos.
Luisa Ramos
Muchas gracias David. La verdad es que el restaurante es precioso y tienen una oferta única. Producto, producto y producto. Una maravilla
Jose Maria Toro Soler
Una cocina de producto con unas vistas imperdibles.
Luisa Ramos
Cierto, un balcón a toda la ciudad.
Paco Becerro (Pakus)
Indudablemente una buena recomendación para visitar. Gracias!!
Luisa Ramos
Disfrutarías muchísimo aquí!
GASTROACTIVITY
Hola, Un restaurante al que tengo muchas ganas de ir en Barcelona. Siempre leo buenas referencias de él. Me encanta la mención que haces a que la vajilla acompaña a cada plato, es un aspecto que yo valoro mucho. Un saludo,
Luisa Ramos
La vajilla es la pareja de baile perfecta!
Vanessa Pragasam
Qué pintaza tienen los platos!!. Apuntado en la lista y si encima viene acompañado de buenas vistas, ni lo dudo!! Gracias por la recomendación. Un saludo
Luisa Ramos
Gracias a ti. Si duda es uno de los restaurantes de visita obligada en Barcelona. Sobre todo si lo que buscas es buen producto y buen servicio.