Marea Alta, pescado fresco y copas en las alturas.
Marea Alta, el nuevo proyecto de Enrique Valentí, abre un balcón a Barcelona con una cocina basada en el prescado fresco.
Marea Alta hacía tiempo que preparaba su apertura, ya os habíamos avanzado algo cuando fuimos a visitar sus obras. Se preveía algo fuera de lo común dada su privilegiada ubicación, sus 1.000 metros cuadrados divididos en tres plantas, aunque sólo dos están abiertas al público y la altura del edificio que lo alberga: 110 metros del Edificio Colón. Ahora ya quedan confirmadas sus vistas únicas, convirtiéndose en el balcón de Barcelona.
Marea Alta quiere ser un lugar para los barceloneses, un sitio donde poder ir a tomar un café o a tomar una copa o a comer. Eso sí, recomendamos ir sin prisas, para relajarse. Para ello, en su planta más baja, en la 23, encontramos el bar coctelería. Allí, una barra da servicio a toda la planta en la que se alternan los espacios interiores con los exteriores. Varias terrazas permiten disfrutar del aire libre y de la ciudad y, cómo no, de sus combinados. En lo que a copas se refiere, pueden encontrarse varios combinados, aunque hacen un especial hincapié a la sangría con la que quieren distinguirse y recordarnos que no deja de ser un cóctel que, bien hecho, es tan digno como cualquier otro que nos pueda llegar de las coctelerías de Londres o Nueva York.
En su planta superior el restaurante ocupa la totalidad sin dejar sitio a la terraza. Allí podemos comer en el interior y seguir disfrutando de la perspectiva que la altura del edificio nos brinda, ya que grandes cristaleras lo permiten. Es aquí en el restaurante donde vamos a disfrutar de la oferta gastronómica de Marea Alta.
El nombre nos da pistas y por supuesto la ambientación y decoración del local: centrado en los alimentos que el mar proveerá y con incidencia en el producto, sus elaboraciones van desde la más sencilla brasa y ahumado hasta marinados y guisos. Eso si buscando el rodaballo en Guetaria, la gamba roja en Palamós o el cabracho de Cap Roig.
Empezamos con el aperitivo de la casa; un trago de un potente Caldo de pescado de roca con chile thay y lima kafir, bien concentrado que entona rápidamente el cuerpo.
Seguimos con unas anchoas que, para comerlas cómodamente, casi es necesario el uso del cuchillo y tenedor y para las que resulta también imprescindible un buen trozo de pan y disfrutar del aceite y del vinagre de Cabernet Sauvignon con el que están regadas.
Degustaremos unas Caixetas , típicas del Deltebre, que definiría como una mezcla entre mejillón y navaja. El mejillón, en su sabor y color, y la navaja, en su textura algo más chiclosa. En la Dorada maridada en Jengibre con Ou de Reig encontramos la elegancia, con un finísimo sabor y una armoniosa presentación.
Una presentación que vuelve a repetirse en sus Chipirones con all i oli negro. Se percibe que a Marea Alta le importa y mucho que su comensal disfrute no sólo con las vistas del exterior y con el paladar, sino también con la vista que la mesa puede ofrecerse. Para ello la presentación de los platos, su vajilla y su cubertería son imprescincibles. En ellos se percibe esta preocupación.
Sardinas ahumadas hechas al estilo espeto con un característico sabor y un Rodaballo a la brasa con aceite de oliva, vinagre y sal son dos simples cocciones para que se saboree y se luzca el pescado.
Un guiso como unos garbanzos con tripa de bacalao y ortiguillas no deja de lado el sabor a mar, aunque algo más delicado de comer para mucha gente (tripa, ortiguillas, texturas varias…) me pareció un plato de cuchara merecedor de elogio.
Para Acabar con un pre postre fresco que sirva para limpiar el paladar es muy aconsejable su sorbete de Mandarina, ginebra y albahaca, y si aún queda algo de fondo y preferís algo más contundente, su tarta de almendra y albaricoque acompañada de una espuma de almendra amarga no decepcionará.
Para tomar el café, y la copa, bajar las escaleras y disfrutar de sus rincones al aire libre es más que atractivo.
Marea Alta será en breve uno de los restaurantes que más darán que hablar. Sin duda es único, y ya sabemos que esas cosas siempre son tema de conversación.
Si quieres ver como fueron las obras de Marea Alta:
@MareaAlta_bcn, el balcón de Barcelona de Enrique Valentí @quiquevalentí1