Mostassa, comida sana en el Eixample
Mostassa, comida sana y casera
Mostassa es uno de esos locales en Barcelona que poco a poco ha ido ganando adeptos. De una forma discreta su nombre ha ido de boca en boca, siendo uno de los fijos recomendados cuando se pregunta por un local con buen ambiente, de comida sana, céntrico y con buen precio.
Han sido dos años hasta ahora de buscar combinaciones e ingredientes de comida sana. Pionero en ofrecer platos de quinoa, como la ensalada o hamburguesa que hoy son más habituales en otros restaurantes, pero no cuando abrieron sus puertas. Embajadoras de sorprendentes elaboraciones como su hotdog de verduras, hecho con pollo, ternera y verdura escalivada y, por supuesto, de sus más de 18 tipos de mostaza casera que hasta ahora han conseguido.
Unos fijos que siempre suelen encontrarse en su carta y que se complementan con lo nuevos platos de temporada basados en productos frescos que pueden degustarse en su menú de mediodía y en su carta de noche. Eso sí, sin dejar de lado su brunch del fin de semana.
En Mostassa el menú es semanal y está compuesto de un entrante, un plato principal, a elegir entre dos opciones, postre o café y bebida (agua, copa de vino, refresco o cerveza), aunque con un suplemento pueden tomarse zumos y smoothies ecológicos, cerveza artesana de barril o embotellada.
El día de nuestra visita el entrante era un gazpacho hecho con verduras ecológicas y muy refrescante ideal para el verano. Una buena cantidad servida en un bol de mayor tamaño de los que solemos ver. Buena ración.
Uno de los platos de la nueva carta son los tacos de pato, de Magret. Una vez escuché o leí en algún sitio que “taco que cierra no es taco” y los de Mostassa cumplían la premisa. Servidos en una tabla , muy cargados de carne, bien hecha, rosada en su interior.
Los tacos iban acompañados de una salsa y puerro para que acabes de aderezar a tu gusto. Particularmente, la salsa me pareció muy sabrosa. Era casera hecha por ellas, y de la que no conseguí saber qué ingredientes llevaba exactamente. Uno de los secretos que queda en la cocina de Mostassa. Un plato que es ideal para compartir o suficiente como plato único. Igual que en el gazpacho, la ración era bien servida.
Los platos principales eran huevos benedictine, a los que podías añadirles bacon o espinacas. En cualquier caso iban acompañados de patatas rústicas y ensalada. Los dos huevos iban servidos encima de una buena rebanada de pan de Pagès. Un completisimo y potente plato, donde se percibía la mantequilla en la salsa. Muy ricos y recomendables. No es necesario esperar al fin de semana ni a salir para hacer un brunch para poder disfrutarlos.
El otro plato era también una nueva incorporación para este verano: triángulos crujientes rellenos de calabaza con ensalada de hinojo y naranja. Fue mi elección y acerté. Solo era un triángulo, en la misma línea del tamaño del resto de la comida y, tanto por la pasta y su relleno, como por la original ensalada que le acompañaba me pareció especialmente creativo sin ser extravagante. Ingredientes sencillos que bien combinados como fue en esta ocasión, pueden dar mucho más de sí de lo que en un principio podría parecer. Es la habilidad en la cocina la que permite saber combinar y, sobre todo, equilibrar para que lo que se sirve no permita que el protagonismo sea solo de uno de los ingredientes que acabe relegando al resto para que pasen desapercibidos. Una práctica que en mostassa parecen tener bastante dominado.
El postre era alguna de sus tartas, también famosas. Pasteles artesanales, hechos por ellas entre los que no podía faltar la ya imprescindible Carrot Cake. Caigo, eso sí, a compartir, en la tentación de probar una de las más famosas de Barcelona. Fama justificada, y aunque para mí sobraran las virutas de coco, hay que decir que es uno de los ingredientes que mejor casa con la zanahoria. Pero es que a mí el coco, en repostería no me va, aunque no suponga un obstáculo insalvable como aquí se ve.
Una comida más que suficiente aunque a priori podría parecer poco. Los platos, todos ellos son muy completos y lo probados muy buenos. Uno de estos locales con decoración cálida y sencilla, acogedor y versátil que invita a entrar a cualquier hora del día para satisfacer el apetito.
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