Sempreviva Malvasía de Sitges de Jané Ventura
Sempreviva Malvasía, la flor de Sant Joan del vino
Sempreviva Malvasía se recoge en una botella elegante y especial, con una etiqueta inexistente pero presente y una contra etiqueta que se muestra a través de una burbuja. Cinco títulos con cinco propuestas, el vino, la historia, las viñas, las personas y la tierra. Y todo esto, antes de probar esta malvasía seca de Sitges D.O. Penedes, que Bodegas Jané Ventura nos presenta bajo el nombre de Sempreviva. Cinco títulos a modo de etiqueta, sin etiqueta.
Sempreviva Malvasia se refiere al vino. Jané Ventura ha buscado dotar a este vino de unas características parecidas a la hierba que le da nombre: la Sempreviva o Flor de San Juan. Una planta mediterránea de color amarillo intenso cuya peculiaridad reside en que si se recoge durante la floración su color permanece inalterable durante años. Color, frescura y aromas florales son el lugar común de la flor y el vino.
La Flor Viva de Sant Joan evoca la historia misma de la malvasía, conservada en las viñas que rodean el Hospital de Sant Joan Baptista de Sitges donde ha permanecido viva hasta su total recuperación y puesta al día. Una variedad de uva que ha estado a punto de desaparecer y que hoy vive una segunda juventud gracias al esfuerzo de viticultores que han sabido desarrollar todo su potencial desde el típico vino dulce hasta los espumosos, pasando por distintas clases de secos. Jane Ventura han sido unos de los que han hecho este esfuerzo y desde 2004 vienen trabajando sus viñas de forma ecológica, buscando multiplicar y diversificar todos los potenciales que les ofrece esta uva. Y a todo esto, debemos añadir la tierra, la DO Penedès, que es capaz de albergar terrenos y climas tan dispares que quizás sea la única en el mundo en poder ofrecer toda esta variedad de vinos.
Si os decidís a abrir la botella de Sempreviva os vais a encontrar con un vino blanco fresco y versátil que se puede maridar o tomar simplemente como aperitivo. Un vino con aroma a flores blancas cuyo paladar evoca frutas exóticas y un ligero toque cítrico. En boca es amplio e intenso aunque refrescante. Al final la malvasía nos recuerda su historia dejándonos un punto de dulzor herbáceo en el gaznate. Un auténtico placer.