Tenorio estrena el Menú Modernista

Tenorio perteneciente al grupo Cacheiro está en la “milla de oro” de Barcelona, en Paseo de Gracia. Rodeado de edificios emblemáticos lo que antes era un banco, pasó a ser un restaurante bastante amplio y desde su última reforma hace aproximadamente un año y medio, aún ha dado un giro más y se une a Catalunya Regió Europea de la Gastronomía con un menú especial al que han llamado Menú Modernista.

Un menú que, como no podía ser de otra forma, está compuesto por elaboraciones donde la cocina catalana es la protagonista. En él no se renuncia ni a los productos de temporada ni a la calidad de ellos.

Esqueixada de Bacallà con sopa de tomate y oliva negra, unos buenos canelones, jarrete de ternera con pasas y piñones o un buen suquet son algunos fijos de nuestra gastronomía que no podían faltar. Ni, por supuesto, la crema catalana con carquinyolis. Aunque para los incondicionales del chocolate, el clásico recuperado pan con chocolate aceite y sal también estará presente.

Los platos, estarán coherentemente maridados con vinos catalanes, en concreto con los que vienen de la Denominación de Origen Terra Alta, que últimamente están pegando fuerte.

Es cierto que Tenorio es un restaurante perteneciente a un grupo y es cierto que está en la zona más turística de Barcelona. Son dos de los tópicos que en principio, a los barceloneses, nos tiran para atrás a la hora de visitar un restaurante. Quizá por esa misma razón, la sorpresa al probar su oferta es mayor.

En Tenorio, además de este menú especial que ponen en marcha este mes de febrero con un precio de 29 €, puede tomarse a diario una cocina muy correcta. En su carta pueden encontrarse platos como un steak tartar con trufa, unas sardinas marinadas servidas con una nube de parmesano y un pan con tomate poco convencional, o una cecina premium de León, en concreto de El Capricho, considerada de las mejores, como entrantes. Se puede continuar con platos más elaborados o aprovechar su brasa de carbón de encina.

Podríamos dividir su local en dos espacios. A la entrada encontramos una gran barra y mesas altas para un tapeo algo más informal. Si llegamos al fondo, se abre un amplio comedor con mesas bien vestidas. Como curiosidad, en la parte del sótano aún se conserva la caja fuerte del anterior inquilino, el banco, y la siguen utilizando para guardar sus mejores tesoros: sus vinos de más alta gama.

Debo reconocer que este tipo de restaurantes, en algunas ocasiones, no merecen la fama que se les preotorga. Como en todas partes, los habrá mejores y peores, pero eso pasa sean de un grupo o no, estén en Paseo de Gracia o en Horta. Un buen sitio para pararse a hacer un pincho rápido o para degustar una comida con toda la comodidad que desees.