Tips Restaurant
Debo reconocer que desconozco bastante la zona del Maresme y hay que remediarlo. Barcelona absorve y es bueno si sabe sacársele ventaja. Los alrededores no dejan de ser una buena opción para ir y disfrutar de muy buenos sitios.
Así que hay que vencer la pereza y, esta vez, nos escapamos a El Masnou. Concretando más aún, al Port de El Masnou. Un puerto que tiene más de un restaurante atractivo y famoso por su cocina. Es una zona muy transitada, aunque lógicamente es en verano cuando está en pleno auge, en invierno no es mala opción. Además en sus alrededores hay bastante movimiento. No olvidemos que cerca está la zona de Alella con sus Bodegas, El Circuit de Cataluya, donde se organizan grandes eventos o incluso La Roca Village no está demasiado retirada. Son puntos que mueven mucha gente y, si reflexionamos, en 20 minutos, desde el centro de Barcelona, llegas a este puerto.
Visitamos Tips Restaurant, un nuevo restaurante que lleva unos meses abierto donde pretendes con sus platos diferenciarse del resto de locales del puerto que optan por una cocina más tradicional y marinera, de arroces, pastas o pescados. Por eso tiran más hacia una cocina oriental y mediterránea más creativa.
Empezamos con un aperitivo más suave de lo esperado, ya que lleva vodka y, particularmente, antes de comer, no es lo que más me puede apetecer. Pero hay que decir que casi no se notaba y su aporte cítrico lo hacía muy refrescante. No os imaginéis un coctel, más bien un chupito de vokdka con frutos rojos y lima muy bien presentado.Enseguida llega el primer plato del menú degustación: Ceviche de Corvina y maíz. Un ceviche muy bien hecho por poco ácido. Estamos acostumbrados a tomarlos algo subidos de lima, que no está mal, pero es cierto que en ocasiones provoca demasiada cocción del pescado. Este ha sido uno de lo más suaves que he probado sin que haya supuesto tener ninguna duda de qué estaba tomando. Los trozos de pescado muy perceptibles, de masticar.
Llegan unas patatas bravas, llamadas así en la carta, de lo que discrepo. Y lo hago porque estas son unas patatas muy diferentes, primero por llevar Parmesano, no en mi caso, parecidas a unas “papas arrugás” canarias, pero sin ser exactamente iguales, con un alioli de jengibre y una salsa de frutos secos, ajo y un buen perfume a romero. Un plato con muchos sabores, aroma a hierbas mediterráneas que, personalmente, lo ofrecería con otro nombre que el de bravas porque considero que no lo son. No son unas patatas fritas o al horno con una salsa más o menos buena o picante. Son mucho más y se merecen más protagonismo, quizá porque tengo mal concepto de lo que son unas bravas y lo relaciono con algo más sencillo y básico, con todos los niveles que hay.
Un gran plato por ser diferente es el Mi Cuit emulsionado con cruasán de mantequilla y tapioca. La alianza entre el foie y el dulce suele ser éxito seguro, pero nunca la había tomado de esta forma. Siendo lo mismo, dulce y graso, las opciones escogidas para ello son novedosas para mi. El Mi Cuit aireado lo suaviza mucho y lo hace ideal para personas que lo encuentren demasiado potente. Untarlo en una rebanada de cruasán bien hojaldrado en vez de una de pan aporta el dulce justo que puedes incrementar utilizando la mermelada que el plato incorpora. El foie queda más ligero y el pan… también. Muy original!
Un Tartar de atún, aunque es sin trocear, lo que lo convierte en casi un sashimi, aunque va aliñado. Un mix que en Tips ofrecen con este formato, sin picar, para que el atún no quede demasiado apelmazado, ya que su idea es que se noten los trozos, masticarlos y saborear así el producto. El aliño también es poco habitual: Vermut Miró y Jengibre. Buena combinación y buen sabor.
No podíamos ir al Maresme en esta época del año y no comer guisantes. Y no puede haber restaurante de la zona que no los sirva. En este caso Tips apuesta por el producto de temporada y elabora estos guisantes rehogados con butifarra de cebolla con una salsa de pollo. Finísimo plato que dejar lucir la legumbre, ya que los cocinan lo justo para que no pierdan sabor ni color. Buena mezcla.
Uno de los platos que me parecieron más exquisitos fue el Pulpo Braseado con Romesco. Quizá así, no parezca nada extraordinario, pero tiene su secreto: dos salsas, una de berenjena con un color gris que extraña y que lo aporta la ceniza de la berenjena braseada. Hecha con cuidado para no aportar nada más que sabor, eliminando su posible toxicidad. Respecto al lecho donde sirven el pulpo, el secreto es que el romesco está hecho con galleta y chocolate. Ojo, no temáis, no es nada empalagosa ni dulce, solo un matiz que sorprende y se convierte en complice de un buen plato
Otro pequeño bocado muy elegante: Vieira, Espárrago, Trufa y salsa de su propio jugo. Sabores muy suaves y muy sutiles que hacen de este un plato equilibrado. Ninguno sobresale sobre otro, aunque el plato original añade Parmesano y no se en ese caso como puede ser la combinación. Si el queso me pareció bastante acertada.
Ravioli o, mejor dicho, Falso Ravioli de pato con parmentier refinada y trufa. El falso viene porque, aunque el concepto de “saco relleno” coincide, no lo hace en el “recipiente”, porque no es pasta. Se trata de un caldo de pollo gelificado que marca la diferencia con un ravioli hecho de pasta. El pato del relleno y la parmentier fueron un buen acierto.
Del postre solo puedo enseñaros foto y comentar que es uno de sus grandes éxitos: el Coulant de queso de cabra con miel. Según mis dos compañeras de mesa, un original postre fuera de lo habitual que, aunque no probé, si pude ver que aún no siendo el típico, pasaba la famosa prueba de fuego de un corazón líquido.Acompañamos la comida con una botella de vino Blanco Parvus Chardonnay, de Alta Alella Privat, una bodega de la zona que ha incorporado sus vinos a este restaurante.
Recapitulando, una cocina armoniosa, bien tratada, con buena textura y buena técnica. La describiría como muy elegante donde se respetan mucho los sabores en la composición de sus platos. Ofrece un menú diario por 18 Euros que cambia cada semana. Comer a la carta tiene un precio medio de 35 Euros por persona, como siempre, dependerá de lo elegido.
Una primera visita al norte de las afueras de Barcelona que nos ha animado a obligarnos a reconocer, una vez más que hay mucho que descubrir y mucho más cerca de lo que nos pensamos. Hay que vencer la pereza, se tarda menos en llegar a Tips en tren desde el centro que según que trayectos dentro de la misma ciudad de Barcelona. No es justo descartarlo por estar fuera. No es justo perderse esto por pereza. Visitad Tips. Vale mucho mucho la pena.