Un buen café con hielo?
No sé vosotros, pero yo soy cafetera con avaricia: solo, cortado, con leche (tamaño XXL). En esta época tanto a los cortados como a los solos de media tarde, les sientan fenomenal un par que cubitos de hielo. Pero a veces un café con hielo se convierte en un “chupito”. Me explico: ese café espeso, que casi se mastica, que te invade la boca, es buenísimo para tomarlo solo (que por cierto, no siempre se encuentra). Pero en este caso, pienso que no es el adecuado para la ocasión ¿No os ha pasado que esos cafés tan buenos, al ponerlos en el vaso del hielo se quedan en nada?. Para asegurarte el tiro es mejor pedirlo largo o americano pero entonces, sobre todo en este último caso, quizá te lo encuentres demasiado aguado. Total, acertar es difícil. Pero hay una forma de hacerlo de poder encontrarle el punto, y es cuando lo tomamos en casa.
Pero cuando cambiamos el escenario, nos surge otro obstáculo a saltar: los cubitos de la nevera, si no son comprados claro, se deshacen mucho más pronto que los de hostelería. Echas el hielo y con suerte, consigues un café largo tibio. A no ser, claro, que le eches mucho, consiguiendo entonces un café frío más largo que el otro.
En fin, que encontrar el punto es difícil. Cada uno sabe qué cafetera tiene y cómo debe hacerlo, pero os voy a dar un pequeño truco que vi en un bar y me pareció simple y fácil, y que os puede servir a todos para conseguir que el café con hielo que tomamos en casa se mejore un poco, por lo menos a mi me funciona. Es posible que lo conozcáis, pero nunca está de más:
Tan sencillo como hacer un café bastante largo, no muy cargado, con o sin azúcar, como os guste el café, coger una cubitera, rellenarla y ponerla en el congelador!!.
Cuando te hagas el café, en vez de ponerle hielo normal, ponle cubitos de café helado: por lo menos cuando se deshaga mantendrá el sabor.Tonto verdad? Pero efectivo…