L’Àntic Moli: el Km. 0 de Vicent Guimerà.
L’Àntic Molí es uno de aquellos restaurantes que se ha ganado la fama y la Estrella Michelin a base de un trabajo sin prisa pero sin pausa y de un sello personal, el de su chef Vicent Guimerà que, de una forma discreta ha ido escalando posiciones para conseguir los reconocimientos con los que cuenta en su palmarés.
No es un restaurante nuevo, son ya casi catorce años los que lleva con sus puertas abiertas, pero la carrera de Vicent comenzó mucho antes, aunque es en los últimos años cuando su nombre empezó a sonar en los círculos gastronómicos. Un empresario emprendedor y valiente que con solo 24 años decidió abrir el restaurante del que podríamos decir que hoy es su casa, su emblema y su forma de vida. Seguramente, crecer en una familia restauradora y estudiar en la Escuela de Hostelería y Turismo de Cambrils le ayudo a tener un paso firme tanto en la decisión de volar sólo como en la de elegir un concepto bien definido para su estilo en los platos.
Es posible que ese trabajo de fondo, equilibrado y constante haya sido el que le inspire el nombre algunos de sus menús degustación, aunque en otros casos, como el vigente en esta temporada, su planteamiento puede ser el de un juego. Así Le Petit Tour o Le Grand Tour, sus menús degustación de 2017 podrían ser reflejo de la competición que desde l’Àntic Molí han ido librando durante estos años para finalmente alzarse con el premio.
O bien, sus menús propuestos para esta tempoada El Trivial y El Gran Trivial de L’Àntic Molí, que nos hacen pensar de alguna forma en la superación de pequeñas pruebas para conseguir ese premio final. También puede tratarse de algo mucho más sencillo que no tenga más explicación que la creatividad del equipo que a diario trabaja en el restaurante de Ulldecona.
Pero si hay algo que caracteriza la cocina de L’Àntic Molí, sea el menú degustación que sea, es su apuesta por el producto local y sus menús de galera. Pocos chefs hay que expriman tanto a este crustáceo, por no nombrarle como el único capaz de hacer un menú monográfico de 15 pasos durante los más de ocho años, que lleva ofreciéndolo en las Jornadas de las Galeras, un producto gustoso como pocos al que se menosprecia por su poca cantidad de carne.
Además de la galera, Vicent Guimerà fija su foco en el resto de productos que tiene alrededor y si pueden ser ecológicos, mucho mejor. Su misión de malabarista consiste en lograr con todos ellos la mejor combinación que le permita platos sabrosos sin enmascararlos, ligeros y fáciles de comer y, sobre todo, sorprendentes en cuanto a composición y estética.
Aceites de olivos milenarios de las Terres de l’Ebre, langostinos de La Ràpita, anguila, caixeta y ostras son algunos de sus fijos que, como si de piezas de un puzzle se tratara, va moviendo y situando junto a otros productos de temporada que le llegan para conseguir ofrecer los viajes gastronómicos que se viven en la frontera de Tarragona y Castellón.
Resulta un trabajo que no siempre es reconocido, aunque en este caso l’Àntic Moli cuenta con la distinción del sello Slow Food desde el año 2016. Este baluarte, junto con la Estrella Michelin recibida al año siguiente no ha provocado que bajaran la guardia. Su empeño sigue siendo el mismo: buscar la excelencia del producto más cercano y transformarlo en su cocina de forma que pueda saborearse en su plenitud.