Vinos para “enamorarte” este San Valentín
Si el mejor vino no es el más caro, sino el que se comparte en la mejor compañía, en San Valentín, descorchar una botella es más que imprescindible. Desde Baco y Boca, os vamos a dejar algunas ideas para elegir bien ese vino ya sea tinto, blanco, rosado o espumoso y conseguir “enamorarte” este San Valentín. Porque queremos que este 14 de febrero te enamores a primera vista, a primera copa o al primer sorbito… como diría el mismísimo Dios Baco.
Aquí va nuestra propuesta de vinos con los que no podrás evitar el flechazo.
Monte Real Garnacha. Bodegas Riojanas. DOCa Rioja PVP. 15 euros
Cálido, envolvente, delicado… Monte Real muestra su lado más dulce, con notas frutales de frambuesa, mora, flores y especias de este garnacha monovarietal. Un vino tinto de taninos finos, goloso y amable en boca, este original vino es ideal para embaucarnos este San Valentín.
Un vino que surge de las ganas y el ahínco de Bodegas Riojanas por recuperar una uva casi olvidada en Rioja, la garnacha. Así, con las cepas viejas de un pequeño viñedo ubicado en Manjarrés (Alto Najerilla), ubicadas a unos 700 metros por encima del nivel del mar, obtienen un vino complejo, fresco e intenso.
Costalara. Pagos d’Anguix. DO Ribera del Duero. PVP: 22 euros
Del corazón de la Ribera del Duero, en la propiedad Pagos de Anguix, a más de 800 metros de altura, llega este tinto monovarietal de la variedad tinto fino. Un auténtico espejo de un terruño singular que nace de la paciencia y la sabiduría. Un vino de un vivo color rojo con matices violáceos, de capa intensa y con lágrimas persistentes, un Ribera del Duero como mandan los cánones.
Su aroma también nos transporta a la mítica DO gracias a sus aromas a vainilla y coco, pimienta blanca y notas de orégano. A medida que se abre, la complejidad de su aroma se acrecienta mostrando notas de regaliz de palo y una gran intensidad de frutillas rojas. Un tinto untuoso y fresco a la vez, aterciopelado, goloso, persistente, perfecto para acompañar platos contundentes y grasos, como un buen pescado azul en salsa, o un magret de pato.
Las Tinadas Cencibel 2016. Bodegas y Viñedos Verum. IGP Vinos de la Tierra de Castilla. PVP: 24.50 euros
Un tinto muy especial, para un momento especial. Elaborado con la variedad cencibel procedente de viñedos de 60 años de antigüedad y plantados a 720 metros de altitud. Este vino ecológico es pura historia. Se elabora con una crianza de 10 meses en tinajas de barro de 4500 litros que ya se usaron en el antepasado. Y de la tinaja, a botella, donde reposa 36 meses más antes de salir al mercado.
El vino es denso, con mucha fruta roja y cerezas en nariz, mientras que en boca es sedoso, y de largo recorrido que se mantiene con un tanino pulido. Un vino sedoso que destaca por su versatilidad en el maridaje. Un perfecto caldo para brindar por el amor.
Tamaral Rosado 2022. Bodegas Tamaral. DO Ribera del Duero. PVP: 7,85 euros
En San Valentín, un refrescante brindis con Tamaral Rosado. Un 100% tempranillo procedente de los viñedos de la bodega ubicados en Pesquera del Duero, a 900 metros de altitud por encima del mar. Un vino elaborado con mimo desde la cepa, y el viñedo, que se vendimia manualmente y por la noche.
El resultado, un vino delicado, elegante, con un sensual color rosa pálido y brillante. Es un vino untuoso, con cierto volumen, goloso y de largo postgusto. Realmente, un rosado lleno de matices que sorprende y enamora a quien lo cata.
Legaris Roble 2019. Legaris. DO Ribera del Duero. PVP: 15,95 euros
Un clásico actual que nunca falla. Porque Legaris es un vino hecho con calma, mimo y detalle, una filosofía “slow life” que está al alza. Para San Valentín es ideal por ser un vino compacto, dulce, y accesible a todos los paladares, que combina perfectamente con carnes blancas, ensaladas, tapas o quesos frescos.
Un vino con aromas a fruta roja madura, típico de la variedad tinto fino, complementado con matices de vainilla fruto de su estancia en barrica de roble americano. En boca es goloso, equilibrado y redondo.
Clarión 2018. Viñas del Vero . DO Somontano. PVP: 18,60 euros
Dice el enólogo de viñas del Vero que “la intensidad de su color amarillo verdoso y su atractivo brillo nos invita a pensar que estamos ante un gran vino”. Y así es. Un vino exquisito que sorprende cómo evoluciona, en botella y en copa.
Un blanco elaborado con una selección de las mejores vides de variedades blancas de la bodega aragonesa. Un vino que en boca es denso y carnoso, suave y sedoso, potente y largo, que marida a la perfección con momentos románticos como los de San Valentín.
Els Costums Blanc 2018. Les Vinyes del Convent. DO Terra Alta. PVP: 14 euros
Este garnacha blanca de la Terra Alta es uno de los vinos singulares de la bodega Les Vinyes del Convent, ubicada en L’Horta de Sant Joan (Tarragona). Su nombre proviene de uno de los libros capitales para entender la historia de la Horta de Sant Joan, “Els Costums d’Orta” (sin “h” originalmente), un conjunto de normas que reconocía la personalidad del pueblo, a partir de 1296.
Es un monovarietal de intensidad aromática, refrescante y con buena acidez. Un vino con el carácter de las garnachas blancas de la Terra Alta, perfecto para maridar este San Valentín.
Segura Viudas Brut Rosé. PVP: 8,50 euros
Para festejar uno de los días más románticos del año, Segura Viudas propone su opción más sofisticada, afrutada y rosé.
Este cava de color rosa fresa con matices salmón está elaborado siguiendo el sistema tradicional de maceración en frío con las pieles de la uva que forman este espumoso, como es el caso del trepat, la garnacha y el pinot noir. Un espumoso que destaca por su frescura y sus aromas afrutados de juventud que recuerdan a la frambuesa, la grosella y la granada. En boca, un toque goloso, junto al punto perfecto de dulzor, se extiende por el paladar y hace que este Segura Viudas Brut Rosé sea versátil e ideal para maridar con aperitivos de cocina mediterránea.
Cara Nord Trepat Rosat. Cara Nord. DO Conca de Barberà. PVP: 10,60 euros
Si hay un vino que más encaje en San Valentín es un rosado, como este vino de altura elaborado con la variedad trepat, cultivada a 800 metros de altura, en la cara norte de la Sierra de Prades, en un entorno mágico, de altas cumbres y bosques, en el Parque Nacional de las montañas de Prades y el Parque Natural de Poblet. Aquí el viñedo sufre contrastes extremos de temperatura, por lo que de él surgen vinos atípicos, como éste.
De color rosa pálido, limpio y brillante, este Cara Nord ofrece aromas de frutos rojos y florales que se entremezclan con notas de frutos del bosque, especialmente a fresa salvaje. Un vino con un final agradable y fresco.
Microcosmos Rosé 2019. Brut Nature Reserva. Llopart. Corpinnat. PVP: 18,80 euros
Pletórico y sofisticado espumoso rosado fruto del singular emplazamiento geológico y microclimático de la Heredad Can Llopart, un enclave singular, en el término municipal de Subirats, en la zona de montaña del Alt Penedès. Microcosmos es un rosado procedente de agricultura ecológica, muy sorprendente y gastronómico, fruto de un coupage de variedades eclécticas: pinot noir 55%, monastrell 35% y garnatxa 10%.
Con aromas muy complejos, recuerdos de frutos rojos silvestres fusionados con matices tostados, hierba fresca y pinceladas balsámicas, este rosado es en boca armonioso, fresco, sabroso, elegante, y con una largo postgusto.
Oloroso Ecológico en rama. Williams & Humbert. DO Jerez-Xérèz-Sherry. PVP. 17,90 euros
De la histórica bodega Williams & Humbert llega esta propuesta con carácter, un oloroso ecológico -el primero del Marco de Jerez-, un 100% palomino vendimiado en 2015 del Pago de Burujena, en Trebujena. Este Oloroso es el resultado de la crianza estática durante 7 años en botas de roble americano de 600 litros, lo que loe hace único. Porque a diferencia de los vinos de Jerez tradicionales, el sistema de envejecimiento de este Oloroso Ecológico no es el de “Solera y Criaderas”, sino que se trata de un vino de crianza estática. Frente a la homogeneidad que aporta el Sistema de Criaderas y Soleras, en el que los vinos de distinta vejez son metódicamente mezclados, cada uno de estos vinos de crianza estática son únicos y especiales, reflejo de la vendimia del año y de sus particulares condiciones climatológicas.
Se trata de un vino muy fresco, floral, con estructura y mineralidad. De color ámbar, aromas a fruta sobremadura y a frutos secos caramelizados. En boca es seco y con una estructura muy equilibrada.