Parking cumple 10 años con novedades: de la pizza a la carne a la brasa y la pita en Barcelona
Parking Pizza rompió moldes hace 10 años en Barcelona con la tentadora propuesta que fusionaba espacios únicos con diseño industrial, sugerente iluminación y un ambiente más estiloso del que se suele encontrar en las pizzerías convencionales, con adictivas pizzas artesanales al horno de leña. La fórmula triunfó desde el minuto uno, creciendo progresivamente hasta los cinco establecimientos en Barcelona y un par en Madrid. Pero lejos de quedarse en la propuesta italiana, la marca extendió tentáculos: uno para carnívoros (Parking Sótano), que a punto del aniversario ha ampliado propuesta gastronómica, y otro especializado en Pita, que también estrena platos para alegrar este otoño de celebración.

Tras una década, Parking Pizza puede presumir de haber consolidado sus locales barceloneses de Marimon, 5; València, 300; Londres, 98; paseo de Sant Joan, 56; y Gran Via, 576. Allí despachan sin tregua pizzas con masa de larga fermentación e ingredientes mediterráneos, que no solo estan muy buenas sino que se digieren felizmente.
Doble vida y ambición
No obstante, algunos de los establecimientos esconden una segunda historia gastronómica. En Marimon, 5, justo sobre la Diagonhal, en el que fuese el tercer local abierto en la capital catalana, se introdujo en paralelo a la pizzería (a nivel de calle) el Parking Sótano. Este paraíso carnívoro en planta subterránea tiene un aire de clandestino pero de día queda agradablemente iluminado por la claraboya de un gran patio interior. El estilo sigue la atmósfera de la casa pero presidido por una gran parrilla y un horno Josper, así como una gran isla de cocina. No faltan las grandes mesas comunes y los taburetes con tapa, en cuyo interior dejar el bolso cómodamente.

Desde los inicios apostaron por una carta muy breve, con un par de tipos de entrecot (europeo, porque no siempre procede del mismo país, 48 euros para dos) o de ternera gallega (58 euros). Medio kilo recién salido del fuego (carbón y leña) para compartir, combinable con distintos acompañamientos. La simplicidad de la oferta funcionó, pero algunos clientes pedían otras piezas, así que hace poco han sumado el Solomillo de ternera de Galicia de 200 gramos, que sirven fileteado, con todo el carácter de su brasa. Sea cual sea la pieza, se puede compartir y acabar con una mayor o menor cocción al gusto. La otra novedad para quienes querían más carne y más texturas la brinda el nuevo Steak tartar de ternera gallega.
Nuevos entrantes
Si alguien quiere empezar el festín con entrantes,
al Pan brasa de masa madre con mantequilla ahumada que se servía desde los inicios, se le han añadido opciones como el Queso extremeño de leche cruda de oveja fundido al horno –contundente e ideal para compartir, sobre finas tostadas–, el Aguacate a la brasa, tartar de tomate, lima y sal rosa
–una delicia que permite compartir mesa incluso con veganos– y la Cecina de ternera Black Angus de 100 gramos.

El generoso repertorio de acompañamientos va de los seis a los 14 euros, y ahora incluye también Corazones de lechuga a la brasa con vinagreta de lima; Parmentier de patata y chirivía; y Alcachofas brasa, mantequilla, sal ahumada. No faltan las patatas fritas de siempre, la crema de espinacas y otro side más completo como los Huevos con parmentier de patata y trufa fresca rallada, servidos en muchos casos en cazoletas. Y entre las cuatro salsas, somos muy fans de la bearnesa.

En la pequeña selección de postres ha entrado la Tarta de queso con mermelada de frutos rojos, aunque para muchos sigue siendo icónica la Sticky Toffee, un pudding de dátiles con crema de vainilla que te hará olvidar temporalmente el chocolate.
Aunque por la noche es habitual que el local se llene, a mediodía resulta algo más tranquilo y ofrece (desde la primavera) la opción del menú de mediodía, que integra un Bowl de verdes, sigue con tres principales a elegir entre la Milanesa de ternera, la Hamburguesa de ternera de 120 gramos y el Solomillo de ternera de Galicia de 150 gramos, rematados con verdura a la brasa, Patatas fritas o Parmentier de patata. Se cierra con helado o trufas, e incluye bebida y café por 22,50 euros (con suplemento de 5 euros para el solomillo).

Parking Sótano también ha ampliado miras llevando todo el sabor de su brasa a domicilio, aunque con una carta distinta, más informal, que abarca de la Hamburguesa de ternera gallega a la leña, en pan de brioche, con quesó comté, pepinillos encurtidos y salsa Sótano (con otros complementos opcionales) al Pepito de solomillo de ternera gallega, coca de aceite, gruyere, rúcula, mayonesa tártara, entre otras tentaciones.
Sabores de Oriente Medio
La efemérides de este otoño está marcada por también por las novedades en la carta de Parking Pita, en el local del paseo de Sant Joan (con entrada independiente), en pleno Eixample. Más allá de los bocadillos que transportan a Oriente Medio, hay otras nuevas recetas que justifican la incursión. Como la Raita con pepino, tomate, tomate seco, manzana verde, cebolla y salsa de yogurt; la Coliflor rallada con orejones de albaricoque, tomate semiseco, nueces y anacardos tostados, cebolla tierna, perejil y limón; o el Puerro al carbón con dukkah (molido) de avellanas y cebollino, además de varios platos con cordero o ternera.