Abadia de Poblet. Vinos frescos, elegantes y honestos
Abadia de Poblet apuesta por las variedades autóctonas y las técnicas más ancestrales
Abadia de Poblet alberga entre sus muros unas bodegas. De hecho, es la única bodega en Catalunya que se encuentra dentro de un monumento histórico como lo es este monasterio. Históricamente, siempre ha habido una estrecha relación entre los monjes y el vino, no descubrimos nada. Pero ha pasado mucho tiempo y las técnicas de cultivo y elaboración de vinos han evolucionado mucho.
¿O quizá no tanto? Sin duda, los tiempos han cambiado desde que la orden del Císter cultivaran sus propios vinos en las viñas que eran de sus tierras, pero la forma de cultivo que utilizaban, mucho menos invasivas y más respetuosas, vuelven ahora a estar en boga. Lógicamente, ellos lo hacían sin ningún convencimiento ecologista en su época, no existía el concepto. Era tan simple como que no había ni técnología, ni conocimientos ni herramientas suficientes para hacerlo de otra forma. En cambio, hoy se vuelven a estas técnicas más antiguas por convencimiento y concienciación con el medio ambiente. Poder combinar lo mejor de las dos épocas es el escenario que ha escogido la familia Codorníu Raventós para este nuevo proyecto en la Conca de Barberà.
Ricard Rofes, después de su reconocido trabajo en Scala Dei en la D.O. Priorat, nos dio su visión profesional de la zona. Según el enólogo la Conca posee unas tierras cuyas características son las idóneas para dar unos vinos frescos y directos. La altura media está sobre los 500 metros y viven en un clima mediterráneo con algunos rasgos de continentalidad. Para la uva autóctona, la diferencia de temperatura entre día y noche favorece mucho la buena evolución del fruto en la época de maduración.
Las variedades históricas de trepat y garrut (monastrell en la zona) han sido cuidadas. Han tenido momentos de desprestigio, sobre todo el trepat, pero es una uva que siempre ha tenido muchas posibilidades. Era cuestión de saberla tratar y ubicarla en el terroir adecuado. Ese es uno de los objetivos del proyecto en la Abadia de Poblet: conseguir llegar a extraer todo el potencial de estas variedades.
Hacer vino en Abadia de Poblet no es hacer vino en cualquier sitio. La herencia histórica y los años de los viñedos unidos a la tradición eclesiástica en la elaboración convierten este lugar en un punto donde se unen la Borgoña a través de la orden del Císter, en la que el terroir tienen una especial importancia, y la misma Conca de Barberà. Esa unión se hará mediante las técnicas ancestrales de elaboración y el respeto al terreno. La utilización del raspón para moldear el vino, la no utilización de aditivos en la fermentación y la crianza en fudres son algunas de las prácticas que se han utilizado para hacer estos nuevos vinos de monasterio.
Las referencias que hoy ya han visto la luz son tres: un blanco y dos tintos.
Abadia de Poblet blanco es un 90 % macabeo y parellada. El macabeo se prensa directamente sin quitar el raspón y se estanca en frío, fermentando sin añadidos. La parellada se deja madurar y se vinifica con las pieles para conseguir más estructura. Se juntan entre 12 y 14 meses aproximadamente en depósito de cemento con sus lías. Un vino muy fresco
Abadia de Poblet tinto es un coupage de 4 variedades: 40 % trepat, 20% garrut, 20% garnacha y 20 % tempranillo fermentadas en depósitos de hormigón y en fudres. En Abadia Poblet tinto, el trepat no pasa desapercido, consiguiendo un vino directo que representa la zona.
La Font Voltada, monovarietal trepat en el que se busca la máxima expresión de esta variedad. Es quizá el mayor reto, el vino en el que se quiere concentrar toda la esencia de las técnicas y del terreno, el mayor representante del proyecto. La Font Voltada ha pasado 14 meses en barrica de 600 litros no nuevas y ya es el vino de la Conca de Barberà mejor puntuado por parker, con 92 puntos.
Un proyecto más de Codorníu para reafirmar la línea que poco a poco va imponiendo en todas sus bodegas: el valor, el origen y la tierra como ejes de sus elaboraciones.
Cara Nord 2012 ( DO Conca de Barberá ) un excelentísimo señor vino