La gastronomía rinde homenaje a San Isidro
Acudir a la pradera de San Isidro junto al río Manzanares, bailar un chotis, vestirse de chulapo y, por supuesto, comer. El próximo 15 de mayo se celebra San Isidro Labrador, patrón de los madrileños, y la ciudad se prepara para celebrar sus fiestas patronales por todo lo alto. Y como en toda fiesta que se precie, la comida no puede faltar. Los restaurantes modifican sus cartas para hacer un guiño a la comida más castiza y las marcas rinden su particular tributo al santo con novedosas y exquisitas elaboraciones. Si quieres experimentar a qué sabe San Isidro, sigue leyendo.
El dulce típico por antonomasia de esta celebración son las Rosquillas del Santo, un postre que gracias a su extraordinaria sencillez (se realiza con huevos, aceite y harina) consigue reinventarse cada año para conquistar a aquellos que están ávidos de deleitarse con nuevos sabores. Así, por ejemplo, en la pastelería Nunos, se puede degustar una selección de las rosquillas más tradicionales, como las Listas y Tontas, elaboradas con aceite de oliva virgen de Belmonte del Tajo (Madrid) y que además, en el caso de las Tontas, incorpora Anís de Chinchón. También se puede elegir las Rosquillas Listas de yema, limón o de café y anís; las de Santa Clara elaboradas con vainilla y su costra merengada y las Rosquillas de Alcalá con hojaldre de auténtica mantequilla francesa 100% natural y bañadas con yema, chocolate o limón. Sin embargo, las rosquillas más sorprendentes de todas las que podemos degustar en Nunos son los Galos, creadas para conmemorar el Alzamiento del Dos de Mayo en Madrid y elaboradas con masa de choux frita y rellenas de deliciosa crema pastelera.
Y para colmo de la reinvención, en esta pastelería se atreven con el Roscón de San Isidro, una original y única propuesta que efectúa una elaboración trasversal entre los dos dulces más apreciados y característicos de Madrid: el roscón de Reyes y las rosquillas de San Isidro, una versión revestida con cobertura de glasé real de limón, al igual que las Rosquillas Listas.
Pasar el día en la pradera de San Isidro, que inspiró uno de los cuadros más célebres de Goya, es casi una obligación para todos aquellos que quieran honrar al santo como manda la tradición. Para acompañar el picnic, un grupo de 8 panaderías madrileñas, abanderadas por el Horno de Babette, han creado el Garrote de Santo, un pan crujiente en forma de bastón con higos y ajonjolí, con el que los panaderos quieren conmemorar la riqueza histórica de la ciudad y su pasado mozárabe. Su particular forma imita al azadón con el que el Santo aparece en tantas imágenes. El garrote lleva una bonita cobertura de salvado en homenaje al trigo y el oficio de San Isidro labrador. Las panaderías que se han unido a esta iniciativa son: Amasa, 180 Obrador, El Horno de Babette, Hornera, Obrador San Francisco, Panadario, Panifesto y 3 Letras pan.
Y si hay un lugar donde se conmemora San Isidro es, cómo no, en los restaurantes. El champagne francés Bollinger y La Tasquita de Enfrente se han unido para celebrar esta festividad creando un menú exclusivo diseñado por Juanjo López, que estará disponible desde el 11 al 26 de mayo. El menú consta de 6 platos muy castizos y un postre (sopa de ajo, buñuelos de cecina de vaca, ensaladilla rusa con caviar de trucha, espárragos de la huerta en su vinagreta, oreja y cococha de merluza con tinta de calmar. El broche de oro a esta comida, lo pone la falsa torrija, una versión renovada del clásico dulce.
Y San Isidro también es sinónimo de tauromaquia y, por supuesto, de un ingrediente que aunque siempre está de actualidad, cobra, si cabe, aún más protagonismo durante estas fiestas: el rabo de toro. En la capital hay varios restaurantes en los que se puede degustar esta receta tan castiza de diferentes maneras: en canelón, croquetas, guisado al estilo tradicional, en albóndiga a la mexicana…
Así en Desencaja, Iván Sáez lleva años conquistando a los comensales con su tradicional guiso de rabo de toro, una receta que vuelve a sus menús degustación durante el mes de mayo: ‘Viaje a la Luna’, ‘Viaje al centro de la Tierra’ o ‘Dueño del Mundo’. En La Malaje puedes degustar un exquisito canelón de rabo de toro que forma parte del “Menú al Sur”, disponible hasta el 20 de mayo por 32 euros. El restaurante centenario Los Galayos ha creado un menú taurino que puede disfrutarse durante este mes y en el que el rabo de toro es el plato principal. Siguiendo con su espíritu canalla, el restaurante Oceanika nos sorprende con un trampantojo de cucurucho relleno de rabo de toro disponible hasta el 19 de mayo.
Y como no hay comida que se precie que no finalice con un buen combinado, la ginebra mediterránea Gin Mare también hace su particular homenaje al santo con un cóctel especial que reúne los sabores más característicos de Madrid en forma de destilado: licor de madroño y vermut. Gin Isidro es una versión castiza del mítico Negroni con un twist. Ideal para el aperitivo, es un cóctel refrescante lleno de matices que se consigue combinando Gin Mare, vermut y licor de madroño, símbolo y árbol más representativo de Madrid.