Los restaurantes más castizos de Madrid para celebrar San Isidro
Madrid se prepara para vivir una de sus festividades más entrañables. El próximo 15 de mayo, la ciudad se engalana para celebrar las fiestas en honor a San Isidro Labrador, patrón de la Villa, y a pesar de que la ciudad recreará en la Pradera la misma escena (pero en versión contemporánea) que en su tiempo inmortalizó el genio Francisco de Goya, los restaurantes preparan sus fogones para rendir tributo al santo de la mejor forma que saben: con ricas viandas.
Si estás buscando dónde disfrutar de una auténtica experiencia madrileña durante las festividades de San Isidro, aquí te presentamos una selección de los mejores restaurantes castizos de Madrid.
Casa Lucio
En el corazón de Madrid, entre las estrechas callejuelas del histórico barrio de La Latina, se encuentra un verdadero tesoro gastronómico: Casa Lucio. Fundado en 1974 por Lucio Blázquez, este restaurante se ha ganado la fama por preparar los mejores huevos fritos de la ciudad, pero también por ser punto de encuentro de artistas, políticos y personalidades ilustres, tanto locales y foráneas.
La carta de Casa Lucio es un homenaje a la cocina madrileña más auténtica y entre sus platos más destacados se encuentra los famosos huevos de Lucio, que pueden servirse solos, con jamón, chistorra, bacon o pisto. Una verdadera delicia en cualquiera de sus variedades.
Pero en su cocina hay mucho más que huevos. Por sus fogones desfila lo mejor de la gastronomía madrileña: callos, rabo de toro estofado, solomillo de vaca, carrillada de cerdo, albóndigas en salsa verde…
Un lugar imprescindible para aquellos que buscan disfrutar de los sabores más auténticos y de un pedazo de historia, no solo gastronómica.
Casa Ciriaco
Ubicado en el histórico barrio de Las Letras, Casa Ciriaco es un clásico entre los clásicos. Durante sus casi cien años de historia, el restaurante ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos y en sus mesas se han sentado lo más granado de la intelectualidad española del último siglo.
Pero también ha vivido algunas sombras, ya que estuvo a punto de cerrar en el año 2018. Tras superar el trance, el restaurante reabrió sus puertas tras un proceso de actualización que le ha permitido lucir sus mejores galas sin perder un ápice de autenticidad.
Su cocina es un legado de la historia gastronómica de la ciudad y, si me apuras, de todo el país, con algunos clásicos como la gallina en pepitoria (según una receta de más de 100 años), los callos a la madrileña, rabo de toro estofado, las albóndigas de ternera o el cocido madrileño.
Taberna Malacatín
Malacatín es uno de los doce restaurantes centenarios de Madrid, lo que supone que su visita es un viaje al pasado en forma de sabores, olores o tradiciones. Incluso su decoración, que ya se merece de por sí una visita, se mantiene intacta desde hace décadas y sus paredes son un relato gráfico del Madrid más castizo de finales del siglo XIX.
Su especialidad es el cocido madrileño, un plato contundente y lleno de sabor que te hará sentirte en casa. Su sopa, sin ir más lejos, se alzó con el premio a la mejor sopa de cocido en la 12ª Ruta del Cocido. Por algo será.
Tradicional, reposada, con personalidad y con mucho sabor. Así es la cocina de Malacatín. La magia de los tradicionales pucheros conjugada con platos modernos pero sencillos como los huevos rotos, el arroz con boletus, el bacalao confitado, las croquetas de jamón o las chuletillas de cordero lechal, entre otros.
El 5 de Tirso
Damos un salto al presente para volver al pasado. Eso es lo que ha hecho El 5 de Tirso, perteneciente al Grupo La Fábrica. Ubicado en el número 5 de la popular Plaza de Tirso de Molina, en Lavapiés, este restaurante abierto hace poco más de cinco años nació con el propósito de recuperar la esencia de las primeras tabernas acercando al comensal recetas castizas con guiños de modernidad.
Los platos de cuchara reinan durante el día con la mejor versión del cocido madrileño, alubias rojas con su compango o garbanzos con callos. Al caer la noche, sus mesas se llenan de raciones de torreznos, ensaladilla rusa, croquetas de jamón, calamares fritos o tortilla de patatas.
Una taberna reinventada donde lo original es volver al origen.
Castizo
No podríamos terminar este artículo sin incluir en el ranking a Castizo, el establecimiento del Grupo Carbón cuyo nombre ya revela su propósito desde el principio.
Este restaurante con alma de bar cuenta con diferentes enseñas repartidas por las principales arterias madrileñas y es capaz de sumergirte en la esencia de las tascas de toda la vida con un punto de elegancia que notarás nada más traspasar sus puertas.
Castizo es ese lugar en el que arrancar la mañana con un desayuno, disfrutar del vermú a la hora del aperitivo o degustar tapas y raciones sin freno.
Conservas, chacinas y encurtidos se suceden en una carta en la que no falta el mejor marisco, como la gamba roja de Garruchagorda, o las coquinas de Isla Cristina al ajillo, que aunque no es típico de Madrid está para chuparse los dedos.
Se suman a la propuesta molletes y montados, huevos rellenos caseros, rabas de calamar y torreznos, como entrantes; o rabo de ternera estofado o el pollo de campo en pepitoria como platos principales.