Parking Pita: Pitas, falafel, dulces árabes en un parking
Podríamos decir que Parking Pita no es fruto de una casualidad, ya que el concepto rondaba por la cabeza de sus creadores hacía tiempo, pero si que una pequeña intervención del azar posiblemente consiguiera que se acelerara el proceso de materializar ese rum rum que siempre estaba presente algo aletargado.
Parking Pizza de la calle Londres buscaba un lugar más grande para poder dar salida a toda la demanda que la pizzería se ganó en los dos años aproximadamente que llevan abiertos. En esta búsqueda de un local más grande, consiguen un parking para abrir su nueva pizzería. Un local que, si no conocéis, podéis imaginar como es. Grande, diáfano y, en este caso, con unas grandes claraboyas que deja entrar una luz natural que deja ver la transformación que han sufrido estos metros cuadrados del Paseo Sant Joan.
Parking pita, como os decíamos, no fue nada que sugiera de una iluminación divina. La idea de un local para ofrecer comida mediterránea, libanesa más concretamente, preexistía a la oportunidad de tener un lugar donde servirla. Quizá absorvidos por el éxito de su oferta del clásico italiano, no habían dedicado más empeño, pero la configuración del local les facilitó poder dedicarle un rincón y poner en marcha sus pitas y tapas.
Sin querer desvincularse del todo y dejando claro que la identidad es la misma, Parking Pita lleva el nombre (parking) y un apellido diferente al de su hermano mayor. Así no cabe duda de que son familia y el proyecto es común.
La idea era buscar algo diferente sin dejar de lado la restauración. Se trataba de que no fuera la misma oferta, más de lo mismo, un reto difícil en Barcelona donde la oferta gastronómica está copada por todo lo imaginable, comestible y legal en este país. El concepto de comida informal pero sabrosa, de algo que no suponga manteles de tela y cubiertos, pero bien hecho, bueno y divertido y añadiendo a la búsqueda incorporar un bocadillo diferente, nació Parking Pita, dando total protagonismo al pan con agujero.
Aprovechando la masa de las pizzas, aunque con alguna variación, el pan de pita es elaborado por ellos. Elaborado y horneado, introduciendo algo de humedad para poder mantener la textura que este pan exige. Es cierto que en su origen, el pan de Pita tiene una ligera fermentación, pero Parking Pita, deja fermentar la masa 48 horas, haciéndolo mucho más digerible. Respecto a sus entrantes, todos ellos se han ido ganando su sitio en la carta y aún se está redondeando algún otro para poder añadirlo. Así, encontramos falafel, hummus, puerro asado con pimentón, taboulé o berenjena asada, lacada, especiada y hecha en el Josper.
Y, por supuesto, las pitas. Son cuatro las que encontramos en su carta, con cuatro tipos de relleno diferente: la de cordero kebab, especiado y cocinado por ellos a la plancha; la de ternera, que aunque se indique que es bourguignon puede ser que también la encontremos especiada con ras el hanout; la de falafel y la de pollo ecológico tandori. Todas ellas, acompañadas de vegetales que las hagan más fáciles de digerir
Si no has tenido suficiente con alguno de sus entrantes y una pita (que conste que están bien repletas) y no prescindes del postre, tienes un alguna que otra tentación para irte con sabor dulce. Si te va la pastelería árabe, puedes escoger uno de sus dulces más típicos. Si los habéis probado alguna vez, sabréis que son una golosina. Si queréis algo más ligero, elaboran unas trufas con curry y un original yogur griego con un toque picante bastante sorprendente…
Parking Pita ya tiene su rincón, pero teniendo en cuenta el éxito de su oferta pronto necesitarán un lugar más grande para ellos solos. En cualquier caso, eso será decisión de sus “progenitores”.