Puerto Chico, la arrocería de La Diagonal.
Tenemos interiorizado que para comer arroces hay que ir a pie de playa. Pero no es así y Puerto Chico lo demuestra. Lo de relacionar arroz y playa no es una idea extraña y menos para los barceloneses que tenemos la suerte de vivir en una ciudad con mar y nos huele a salitre cuando pedimos alguna paella; pero pueden haber arrocerías muy dignas en pleno corazón de la ciudad, más concretamente, en la Diagonal.
Los propietarios de Puerto Chico, expertos en el mundo de la restauración por sus otros dos locales Boca Grande y Boca Chica, quieren demostrar que, para comer un buen arroz no es necesario llegar hasta el mar, pero tampoco olvidan que irremediablemente los arroces forman parte de la cocina marinera. Posiblemente por esta razón, la decoración de su local hace algún guiño a esa cocina con detalles marineros muy sutiles, como para enviar un mensaje a nuestro subconsciente que diga que estamos cerca del Mediterráneo.
Aunque llevan un tiempo con sus puertas abiertas, en Puerto Chico han decidido dar un giro a su oferta gastronómica sin que ello suponga sacrificar su exigencia a la hora de ofrecer un producto de calidad. Ahora, el restaurante de la Diagonal presenta en su carta una combinación de arroces y braseados al Josper como principal atractivo.
Àngel Marin es quién lidera los fogones y la nueva carta de Puerto Chico. Su paso por El Bulli, Torre Catalunya, El Jou o Las Rejas le han dado el aplomo y conocimiento suficiente para poder ofrecer 10 arroces diferentes. Marineros, sí, sin que falte una buena paella clásica, un caldoso con bogavante, un arroz negro y hasta una fideuà (que también aceptamos); pero también arroces de verduras, de setas y foie, o melosos, como el de rabo de toro, para completar una carta que permita repetir visita sin repetir sabor.
El arroz, como ingrediente, sí lo repiten, ya que utilizan dos únicos tipos para elaborar sus propuestas, dependiendo de si es un arroz seco, para el que se ha escogido el arroz Bomba Illa de Buda o si es caldoso, para el que utilizan la variedad Marisma.
Pero en Puerto Chico saben que no solo de arroz vive el hombre. De ahí que, además del despliegue arrocero también incluya propuestas más que interesantes para completar la comida o incluso para aquellos días en los que el arroz no apetezca.
Sus otros platos incluyen tapas clásicas, algunas de ellas con una mínima manipulación con las que se luce el producto como unos ostrones, sus anchoas del Cantábrico 00, o unos buenos mejillones. Otras sin embargo, tienen algo más de elaboración pero sin enmascaramiento, como unas destacables croquetas de jamón, unas almejas con salsa o un curioso y conseguido coulant de tortilla bastante espectacular.
Para entrar en materia, la arrocería ha escogido como aliado al afamado Josper que tanta alegría da a la restauración. Con él, los pescados y mariscos se saborean solos, y carnes como el chuletón de ternera (a peso), el lomo bajo o la pluma ibérica se presentan bien tratadas para ser apreciadas con el punto que más te guste.
Con la nueva apuesta de Puerto Chico, no hay que esperar al domingo o al tradicional jueves de paella para comerse un buen arroz, ya que de lunes a viernes su menú de mediodía incluye siempre un arroz como segundo plato por un precio de 25 Euros.