Semproniana
Desde que teníamos el pasaporte Gourmet estudiamos los restaurantes en que podríamos disfrutar del 50 % de descuento y aunque la lista es larga, enseguida tuvimos claro cual sería nuestro primer sello: Semproniana. Sentíamos cierta atracción por este restaurante, por su estética, por su chef Ada Parellada, por sus críticas… así que reservamos y allí que nos fuimos!.
El local de la calle Rosselló, 148, antes de ser Semproniana, albergaba una editorial a la que hace un guiño con un cartel. La entrada es una gran cocina con colores llamativos, un mostrador y un olor dulce que te recibe. El aspecto es el de una pastelería, el de un pequeño taller impecable con hornos donde cocer los caprichos.
Entrada Semproniana
Pero antes de entrar, desde la calle, ya vemos una pizarra que nos anuncia las ofertas que Semproniana adapta a todos los bolsillos, edades, y apetitos. Con platos de diferentes tamaños, catalogados en “tallas” podemos elegir la ración que nos apetece, más pequeña si queremos probar más cosas o más grande si ya tenemos nuestro plato favorito: “S” pequeña, “M” normal o “XL” más completa. Con la fórmula “amb un billet de 20” puedes comer un menú cerrado y si tienes menos de 30 años, comida ajustada a tu edad!
Suelo Semproniana
Cuando entramos al interior del comedor, lo primero que se me vino a la cabeza fue la película de Amelie: Semproniana sería el típico restaurante donde la encantadora protagonista vendría a comer!. Colores llamativos, mosaicos, collages de latas, lámparas hechas con utensilios de cocina, techos altos.
Lámpara tenedores
Mesas originales, pintadas, desiguales… es un local realmente increíble. Nos encantó la decoración, Semproniana supone aire fresco a las habituales y elegantes decoraciones en blanco y negro tan de moda, que están bien, pero son mucho más sobrias que la que encontramos aquí!
Mesa Semproniana
Ada lleva al frente de la cocina desde los 25 años, después de varios proyectos, Semproniana sobrevive en palabras de la misma Ada como
“una tienda, donde en vez de comprar hilo, puedes comprar comida… donde se conoce a los clientes que acaban siendo amigos”.
Productos frescos del Mercado del Ninot y de otros proveedores componen los platos que nos cocinan, ofreciéndonos una carta de buena calidad, con un punto creativo pero sin grandes aspavientos que a veces te hacen dudar qué estás comiendo.
Aprovechamos la opción de escoger el tamaño del plato para poder tener más variedad, y nos decidimos por tallas “M”, escogiendo dos primeros que según Santiago, son un clásico de la carta que se mantienen por el éxito que tiene. Primero los Macarrones rellenos de butifarra negra.
Macarrones rellenos de butifarra negra
Antes que nada, disculpad por la foto, no está clara, pero aún así hemos querido ponerla para que tuvierais una idea de como son estos macarrones: enormes!. Cocidos al dente, permiten su relleno de butifarra negra, haciendo un plato original y sabroso. Casi podrían llegar a confundirse con canelones, por el aspecto y tamaño, además bañados de una bechamel suave: no es de extrañar que se haya convertido en un clásico de este lugar, por su originalidad, su sencillez y su sabor.
El otro primero fue algo un poco más sofisticado, ya os he comentado alguna vez que yo suelo elegir a veces los platos por los nombres 😉
Arroz del Venere con sobrasada y queso de Mahó, que por suerte venía encima sin mezclar y se lo pudo comer mi “partner” sin problemas pudiendo así yo disfrutar del arroz.
Arroz del Venere con sobrasada y queso de Mahó
Los macarrones estaban buenos, pero el arroz, además sorprendía. De entrada, por ser Venere ( arroz del emperador o arroz prohibido) cada vez más común por aquí, pero aún desconocido por muchos y del que ya os había hablado en la entrada de Indochine aunque allí lo comimos de postre. Tiene un sabor especial, dificilmente descriptible. Muy cremoso, os lo recomiendo si queréis probar algo distinto. Cualquiera de los dos platos es una buena entrada!!
Los segundos fueron también, la ración normal, que además viendo los primeros confirmamos que eran suficientes. Elegimos algo que siempre gusta, por lo menos a nosotros: unas croquetas de carne a la brasa.
Croquetas de carne a la brasa
Servidas de forma muy original: en su cesta, encima de papel absorbente para el exceso de aceite, y con un bol de ensalada. Todo encima en una tabla de cortar, cada bocado de croqueta era un sabor rústico a carbón, a brasa. La ración “M” son cuatro croquetas, grandes y exquisitas. Recien hechas, crujientes por fuera y muy cremosas por dentro estaban realmente buenas. Ya sabemos que croquetas se pueden hacer de casi todo, pero de carne a la brasa no las había probado nunca y estas han puesto el nivel muy alto!.
Siguiendo en mi línea pido un sugerente segundo con mezcla de sabores que me llamó la atención
Atún con lima
Al tomarnos nota Santiago nos pidió el punto de cocción del atún para así acertar seguro. Una cama de tomate carnoso, dejaba descansar el atún bañado con la salsa de lima. Unas crujientes bolas que en Vietnam habíamos probado daban un toque oriental Allí eran de semillas de loto cubiertas con wasabi y juraría que eran las mismas. Una combinación buenísima, la lima refrescaba el plato, le daba un toque más dulce que ácido, intenso en sabor y de ración muy bien servida que no podéis dejar pasar.
Y nos vamos a los postres y aquí el dilema no es escoger la talla, pues no hay, sino escoger cuál tomar porque todos son apetitosos. Nos decidimos por dos clásicos pero diferentes. La tradicional crema catalana, pero en forma de pastel y con frutos rojos es uno de los que durará poco en el plato.
Crema Catalana con frutos rojos
Pues ya veis la foto: lo dice todo!. Buenísima, crema catalana como pastel, dulce, con capa crujiente y deliciosa. Que buena estaba chicos!. Una maravillosa porción.
La otra opción es chocolate con chocolate y más chocolate. El nombre lo dice todo Delirium Tremens.
Delirium Tremens
Para incondicionales del chocolate, toda cucharada era inundarse el paladar de cacao en diferentes texturas. Un bizcocho, rotundo que no apelmazado, bañado de más chocolate líquido para que aún se impregnara más de este manjar. Es decir, el paraiso comestible para los chocolateros!
Toda esta comida fue regada con un D.O. Valldeorras, de Rafael Palacios un blanco de más del 90 % de uva Godello: Louro. Un buen vino blanco, aconsejado para aperitivos, pero capaz de soportar toda una comida. Veréis más detalles del vino en la nueva sección de La Bodega de Baco
Louro
En general un restaurante encantador, igual que sus dueños, por su ambiente, por su buena comida, por su magnífica materia prima y además, por las múltiples iniciativas que llevan a cabo para integrarse a todo tipo de clientes. Tuvimos la suerte de poder charlar con Ada mientras tomábamos los cafés y nos explicó la puesta en marcha de los talleres de cocina para niños que llevan a cabo desde hace ya tiempo: los Patacutxi! con este magnífico plan las familias pueden disfrutar de una diferente y agradable jornada: los niños van al taller donde estarán desde las 13:30 hasta las 15:30 aprendiendo una receta de cocina. Mientras los adultos pueden disfrutar de la mesa relajados sabiendo que sus hijos están a buen recaudo, logrando así ese equilibrio tan difícil que resulta de la combinación de niños y adultos en según que restaurantes. Con gran ojo, aciertan en el tiempo dedicado al taller, y a la hora de los postres, salen los niños ilusionadísimos con sus “regalos comestibles” para sus padres o abuelos. Un juego de iniciación a la cocina para las nuevas generaciones que me pareció idóneo.
Además, la generosa Ada comparte con nosotros sus recetas más exitosas en un libro de cocina, estando así al alcance de todos disfrutar de sus creaciones, el cual os recomiendo, aunque por lo menos a mi, seguro que no me salen tan exquisitas como a ella.
Este año, Semproniana cumple 20 años y para ello han decidido hacernos otro buen regalo: un bono de 10 cenas a 10 Euros cada una!! Una oportunidad única de poder disfrutar todos sus platos. Podéis visitar su web para tener más información sobre este y otros regalos que podéis comprar, manteneros al día de sus novedades y ver su carta y precios de los menús.
Un lugar que hechiza, como antes os decía, un soplo de aire fresco, una inyección de alegría y de entusiasmo contagioso que te hace salir del restaurante mucho más optimista de lo que has salido. Maravilloso trabajo Ada y Santiago! Ojalá estéis 20 años más!
Sandra Pavón
Ohh qué chulo! Fui hace muchos años pero casi no lo recuerdo, ya lo tenía en lista pero ahora tengo muchas más ganas de ir! Y de precio qué tal?
Baco y Boca
Bien, con pasaporte, todo unos 80 Euros, pero piensa que el vino siempre sube... Te lo recomiendo.
ADA PARELLADA
Ooooohhhhhhh! que entrada tan magnífica!! me he quedado impresionada. Muchísimas gracias, de verdad
Baco y Boca
Gracias a ti por darnos la oportunidad de compartir tu cocina!.
David Pla
No lo conocía pero la verdad que tiene una pintaza! no pones donde está!
Baco y Boca
Si pinchas encima de Semproniana al principio del todo te lleva a la web del restaurante y allí está la dirección. Igualmente, lo he puesto un poco más abajo para que sea más visibles. Muchas gracias por el aviso!! Ah, y muy muy aconsejable su visita. De verdad que te sorprenderá! No dudes en ir y decirles que vas de parte nuestra. Gracias David!
AMIGASTRONOMICAS
Apuntado queda en mis próximos a visitar en la ciudad Condal.
Baco y Boca
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