90 años de Bar El Velódromo y un plato especial por década

featured Mesas barras y cocinas Todos Uncategorized 30 noviembre, 2023

author:

90 años de Bar El Velódromo y un plato especial por década

Hace ya 14 años que el grupo Moritz resucitó uno de los bares con más carácter de Barcelona permitiéndole vivir una nueva vida que promete ser centenaria. Gracias a ese chute de adrenalina, gastronomía y cariño, El Velódromo ha logrado soplar 90 velas esta semana, con la aventura de unos meses llenos de celebraciones y varias alegrías para el paladar: una cerveza ‘única basada en las elaboraciones sin filtrar de antaño, y una selección culinaria que homenajea a cada una de las décadas transcurridas, de la Ostra a la Ravigote, a la Brandada de bacallà a la llauna, en forma de platillos individuales y completando la carta habitual de platos y tapas que firman el director gastronómico de Moritz, Jordi Vilà, y el chef ejecutivo Albert Mas.

La misma barra, en una imagen de archivo histórica.

El altillo de El Velódromo, que sigue marcándose los mismos rincones e invitando a la tertulia aparte, ha sido escenario este final de noviembre de la puesta en escena de los nuevos sabores, que integran guiños al paso de los años, las modas y el recetario local más inmortal.

Zona de mesas de El Velódromo, esta semana.

Para poner en contexto la euforia de la efemérides, hay que zambullirse en el historión que alberga el carismático bar. Los precursores fueron Manuel Pastor y Pilar Boné, llegados de un municipio de Teruel, armados con un repertorio de guisos para mojar pan. Su Casa Manolo en Muntaner con Londres, que
a finales del siglo XIX era casi un páramo, se ganó una clientela fiel, como la honesta casa de comidas que era.

Un local con historión

Allí se curtió el heredero Manuel Pastor Boné, que tras unos años navegando volvió a Barcelona para tomar el relevo de su padre. Cuando este falleció se atrevió a dar un paso más y levantar un negocio mejor y mayor en un solar de Muntaner, 213 donde levantó un edificio en el que vivir y trabajar. Lo llamó El Velódromo por su afición a la bici y un efímero velódromo proyectado en la zona a principios de siglo.

La Crokini y croqueta de bikini trufado.

Con el tiempo, y tras los problemas de la posguerra, optó por explotarlo solo como bar, con el resultado de las grandes tardes de tertulias juveniles, literarias, políticas… que atesoran varias generaciones de barceloneses. Se mantuvo por encima de las modas y las crisis, y sumó un nuevo relevo generacional con otro Manuel, de apellido Pastor Salvat. Reconoce que nunca llevó la hostelería en las venas, pero en los años 80 se encontró de nuevo con el éxito de cara, cuando marabuntas de jóvenes empezaron a abarrotarlo como punto de encuentro y copas hasta la madrugada.

Brandada de bacallà a la llauna.

Llegada la jubilación y cuando echó el cierre voluntario y mantuvo su domicilio en el edificio, tuvo la suerte de cruzarse con la oferta de Moritz y la promesa de una reapertura de altura. Corría el año 2000, pero hasta nueve más tarde no se levantaría de nuevo la persiana, tras una renovación que potenciaba sus joyitas (la barandilla original de caoba…, la barra de fórmica) pero ponía al día tapicerías, climatización y más confort para reconquistar comensales y seducir a ‘foodies’ que enfocan tanto al plato como al escenario.

Pilota y ‘cap i pota’

Tras unos años en que la clientela ha aplaudido la cocina tradicional con el plus justo de innovación que propugna Vilà, el brindis del 90º cumpleaños le hace justicia. El nuevo recetario de aniversario, disponible desde este diciembre hasta verano de 2024, mezcla fogonazos y sabores de distintos momentos.

Ostra a la Ravigote.

Durante la presentación el chef detalló la historia tras cada bocado (en las fotos en formato degustación). En concreto, las Ostras a la Ravigote (años 33-43), una salsa que estimula el apetito y los franceses suelen utilizar para aliñar fiambres y carnes; la espectacular Pilota con salsa de setas y picada (43-53), un clásico para “hacer la pelota al cliente” del que todos querrán repetir; la Lasaña Rossini (53-63) por la fiebre italiana que vivió Barcelona; el Crokini de sándwich trufado (63-73) en honor a la famosa ‘disco’ Bikini, tan de moda esos años).


Pilota con salsa de setas y picada

También el Cap i pota (73-83) por el papel de los mercado en tiempos de estrecheces económicas; el Arròs Parellada de muntanya —o del ‘senyoret’ — (83-93) tan popular en la ciudad; la Brandada de bacalao a la ‘llauna’ (93-2003); La Mona, o versión del pastel Sara (2003-2013) y el Chocolate con aceite (2013-2023), en honor al ‘boom’ chocolatero.

Para la próxima primavera una fiesta a pie de calle y más sorpresas en ciernes.

El Velódromo abre los 365 días del año, de 7.30 horas a 1.30 horas.

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a Baco y Boca





Baco y Boca usará la información que usted proporcione en este formulario para estar en contacto con usted y para enviarle actualizaciones y promociones. Por favor, háganos saber todos los medios por los cuales le gustaría saber de nosotros:



Puede cambiar de opinión en cualquier momento haciendo clic en el enlace desuscribir que hay en el pie de página de cualquier correo electrónico que reciba de nuestra parte, o poniéndose en contacto con nosotros al info@bacoyboca.com. Trataremos su información con respeto. Para obtener más información acerca de nuestras prácticas de privacidad, visite nuestro sitio web. Al hacer clic a continuación, acepta que podamos procesar su información de acuerdo con estos términos.


Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar