Alba Granados
Seguro que os suena Alba Granados. O quizá recordáis más Alba París (ahora llamado Carlota). Hablamos de un restaurante de Barcelona que tiene un prestigio ganado después de 20 años de cocina tradicional por la que siguen apostando pasándose los secretos de generación en generación de cocineras, que ya son 3: Victoria, Aurora y Carlota.
Ahora la calle Enric Granados es un paseo gastronómico de diferentes niveles dada su oferta de restaurantes, hoteles, cafeterías o heladerías. No hemos ido a todos lógicamente pero así desde fuera y valorando los que si hemos visitado, hay buenas opciones por buenos precios. Por supuesto y dentro de una horquilla los habrá que destaquen hacia arriba y los que destaquen hacia abajo.
Alba Granados es de los primeros que se instalaron en esta calle después de que fuera necesario ampliar el negocio al quedarse pequeño Alba París. Cuando lo hicieron ni mucho menos había la oferta actual. De esta forma, consiguen los dos restaurantes.
El local de Alba Granados es grande, con su terraza exterior y dos plantas. La superior suelen reservarla para eventos como música en directo o ver en una gran pantalla diferentes competiciones deportivas. En la planta baja podríamos distinguir una primera parte más informal, con dos barras para poder tomar alguna tapa o copa sin necesidad de sentarse en una mesa. Si nos adentramos, es cuando se amplía el espacio y encontramos las mesas del comedor.Pero se puede disfrutar de un balcón con 4 mesas para dos donde se puede disfrutar de una cena magnífica desde la altura de un primer piso: perfecto para cenas románticas, de confidencias o simplemente porque apetezca estar tranquilo.
En la comida no faltaron algunos de los platos más identificativos de los dos restaurantes. Clásicos pero evolucionados sin perder nunca de vista la receta original y, sobre todo, el buen producto que es el que les ha dado tan buena fama. Pero antes de nada, un detalle muy de agradecer teniendo en cuenta el verano que estamos pasando: un vasito de gazpacho de sandía para refrescarnos.
Otro aperitivo clásico: dos buenas anchoas bien aliñadas y bastante carnosas. Nada fuertes de sal, en su punto que encontré especialmente sabrosas. Quizá algún pequeño secreto generacional del que hablábamos se escondía en este entrante.
Un plato de carpaccio de buey más grueso de lo habitual pero no en exceso. Por un lado permitía saborear mejor la carne de buey y no quedaba en un suspiro teniendo en cuenta además que iba aliñado con un aceite de trufa que suelen ser bastante potentes y aromáticos, y por otro no era tan grueso como para convertirse en una textura incómoda que podría tirar a mucha gente para atrás al ser carne cruda. Muy sabroso.
Llega uno de sus platos estrella del que debo decir que su fama es fundamentada. Por tamaño y por su fritura, es justo que sean de las más valoradas de Barcelona: Las croquetas del Alba. Con nombre propio son de Carn d’olla con foie, este no dentro de la masa, sino una nuez encima de la croqueta, de jamón D.O. Guijuelo y de Compango, que es el avío que se le hecha a algunos guisos gallegos y asturianos.Podríamos pensar que con estos tres sabores es difícil que no estuvieran buenas, pero no sería justo infravalorar el buen trabajo. Independientemente de que algunos de sus sabores puedan ser más o menos habituales, no se puede negar que su interior evidencia que son croquetas caseras. Y a un precio en este caso bien merecido: 5 unidades por 7,50 Euros, que sería media ración. Os aseguro que con esas 5 croquetas, yo ceno.
Junto con las croquetas llegaron unas berenjenas y bocaditos de bacalao fritos con all i oli de miel. Así como en las croquetas pienso que la fritura era muy buena, este plato lo encontré demasiado aceitoso. La berenjena de por si tiende a empaparse, y seguramente el all i oli al servirlo caliente pierde emulsión y podríamos decir que “se corta”. Posiblemente esa sea la razón del exceso de aceite que encontré. Si además acompaña a un rebozado, el exceso no queda en el plato. De sabor es una buena combinación y, como siempre en estas cosas al final dependerán de cada uno. No es un plato descartable ni muchísimo menos, pero tenía esta pega.
Uno de los recuperados que últimamente empieza a ser un fijo en las cartas. Es curioso como en la cocina, como en otras cosas, las modas van y vienen. Es posible que los huevos rotos hayan estado en muchas cartas de restaurantes sin moverse, pero ahora parece que revive en varios de sus formatos. Estos los tomamos con unas buenas patatas caseras y foie fresco. Además, son de gallinas criadas en libertad en el Montseny.
Me paro en el Tataki de atún con cremoso de piña y salsa teriyaki. Hago una pausa merecida para este atún, rebozado de sésamo y bien jugoso por dentro. Hasta ahí podríamos decir que no sería el primero y ni espero que el último que encontraré en su punto. Es el acompañamiento, el cremoso de piña lo que realmente me sorprendió. Una propuesta que puede parecer extraña y sin embargo lo raro es no haberla encontrado antes por lo bien que casan. Además, el puré es de piña natural, la fruta triturada sin ningún azúcar añadido. De hecho, no probé la salsa teriyaki. Muy aconsejable.
Y por último otro clásico de Alba Granados que también ha sido circulado de boca en boca: su carne Roxa. Una carne asturiana que sirven como steak tartar, en filete con parmentier de patata hecho con mantequilla de trufa negra y pimientos o Chuletón a la piedra, que fue como la tomamos en esta comida. El carpaccio de Buey también lo hacen de esta carne del animal de raza Frisona de 6 años de edad.
La fotografía no es de las mejores ya que la luz no permitió, pero suficiente para hacerse una idea. Una carne de muy buena calidad, solo marcada para que cada uno se la acabe de hacer a su gusto en la losa. Para mi ya sabéis, en estos casos, lo justo para atemperar. Rozando la vaca vieja, 35 meses que además, al servirse en pizarra, si no quieres cocinarla más puedes colocarla directamente encima de la piedra y conseguir temperatura. Un buen invento. Como guarnición, suele llevar unos pimientos rojos bien carnosos.
Por suerte el postre fue ligero, el justo en ración, pero no por ello despreciable.
Helado de vainilla de Tahití con tierra de pistacho y coulís de frutos rojos. Cremoso con el toque crujiente y con una combinación de sabores clásica. La guinda del pastel.
Tiene más platos en su carta que son muy conocidos, todos basados en las recetas de la abuela Victoria. Algunos se conservan fieles a su origen y otros han ido evolucionando por demanda del mercado o por inquietud profesional de Carlota. Varios tipos de foie, tanto fresco como en mi-cuit, canelones, tartar, pescados, carnes, pasta. Hay variedad suficiente sin convertirse en una carta interminable. Saben lo que hacen bien y se centran y se esfuerzan por mantener el nivel.
Un restaurante clásico en Barcelona, quizá desconocido por muchos por no estar de moda o no ser de las últimas aperturas. A veces el ritmo tan vertiginoso de las novedades nos hacen perder un poco el rumbo y olvidarnos de quién hace ya tiempo que está en Barcelona y de quién lo hace bien. No es justo que los guardemos para aquellos momentos que luego nunca llegan.
Ricard Sampere (@ricardsampere)
Caldrà provar-lo que tal com ja dius, "No es justo que los guardemos para aquellos momentos que luego nunca llegan". I aquesta és la realitat degut a la gran quantitat d'oferta que hi ha per aquesta zona... I molta de bona...
Baco y Boca
Si, i mira que aquest fa temps que el tenia en ment, com molts altres que passen però anys. Té fama de car, jo no ho trobo tenint en compte el producte que dona.
Raquel
Lo anotamos en nuestra lista 'to do it' ;)
Baco y Boca
Raquel, como tu lista sea como la mía...;-)
nataliapenchas
Se ve todo riquísimo!
Baco y Boca
Como en cualquier lugar, algunas cosas me gustaron más que otras pero el balance fue bastante positivo.
Sandra
Jolín vays pintaza todo especialmente los croquetones que me encantan! Anotado para ir a ver si me da tiempo este agosto de catar el menú!
Baco y Boca
Las croquetas on tremendas!. Y el tataki... espectacular, claro que es casi crudo ;-)
La Cuina De Mindundi
Només per la pinta que fan les croquetes i el carpaccio, sembla un lloc a tenir en compte... Salutacions!
Baco y Boca
Està molt bé. I el chuletón molt bó. Ara pel que he vist al Instagram sembla ser que han tingut un petit incendi i han tingut que tancar, encara que el Carlota (el que era Alba París) sembla que si és obert.