Lomo Bajo, el casual de las carnes de Lomo Alto
Lomo Bajo, carnes premium a precios asequibles.
Lomo Bajo, si, no me he equivocado. Bueno, hasta cierto punto. Si habéis pensado en Lomo Alto estáis en lo cierto. Para aclarar el tema: Lomo Bajo es la parte inferior, la más casual de Lomo Alto. Es el mismo restaurante, y parte del mismo producto, pero con un formato diferente, mucho más informal, que permite comer buena carne.
La apertura de Lomo Alto estuvo rodeada de cierta polémica, por llamarlo de alguna forma. Los comentarios sobre sus carnes maduradas y sus precios corrieron como la pólvora. Pero ahora es posible disfrutar de otra forma de alguna de esas carnes en Lomo Bajo.
El local es un espectáculo, ya desde la calle. No es necesario entrar para descubrirlo. Aunque para hacerlo hay que subir unas escaleras, el hecho de estar en lo que podría ser un entresuelo y sus grandes ventanales en el chaflán llaman mucho la atención. Enseguida nos encontramos con sus carnes expuestas en grandes neveras, algunas especiales para poder conservar la maduración sin llegar a la putrefacción. Una línea muy fina y que provoca rechazo en mucha gente. El gran secreto está, además de una carne de muy buena calidad, en el control de la humedad.
Carles Tejedor, que dirige la parte gastronómica de Lomo Bajo, es quién nos explica esta diferencia y algunas otras características del producto y del diseño de la carta. Una oferta para carnívoros, es más, para carnívoros incondicionales que busquen comer una buena carne de ternera, de vaca vieja o de buey de pastura en León en su mayoría.
Los diferentes tipos de carnes los encontraremos, eso si, siempre en bocadillo. También hay que decir que no en un bocadillo cualquiera, ya que los panes también han sido pensados como únicos para cada formato y están hechos de forma artesanal con una receta propia.
Encontraremos algunas propuestas innovadoras en cuanto a formato, como su Tartar Roll, para el que han pensado un packaging especial por si prefieres llevártelo a casa, en el que la yema de huevo está tratada con un punto dulce casi imperceptible, dándole cremosidad; o su Roll de Cecina con mayonesa de ajo y germinado de guisantes. Pero no falta el bocadillo de carne más clásico: el pepito de lomo. Eso sí, de solomillo y con un pan de algarroba extraordinario.
La carne también puede saborearse en otros formatos como por ejemplo en una sobrasada de buey acompañada de una miel de flores, por ser la más neutra; o si eres de aquellos que nunca renuncia a una hamburguesa, puedes optar por sus 180 gramos de carne madurada entre 60 y 75 días con un pan de pretzel.
Para completar los bocadillos, hay una serie de acompañamientos a elegir más o menos “compensatorios”. Patatas fritas, pimientos del padrón, croquetas de cecina (sin duda, debéis probarlas) o los típicos aros de cebolla y añadir más contundencia o tirar hacia algo más ligero como alguna de sus ensaladas, que ayudará a que la comida sea más digerible, la de cogollos o la de tomate y ventresca.
Entre los postres, no faltará el chocolate en texturas, un original babá a la birra o el de piña natural (este para los de la ensalada…).
Resumiendo: un lugar para disfrutar de algo más que una hamburguesa gourmet, para los amantes de la carne de calidad y la madurada que puede ser una primera toma de contacto para su otro espacio Lomo Alto, pero con unos precios más populares y acordes a la calidad del producto y la cantidad servida.
LomoBajo
Más para carnívoros.