Restaurante Montiel cumple 10 años y sigue con paso firme
Restaurante Montiel celebra cumpleaños y renueva su espacio
Restaurante Montiel lleva ya 10 años con sus puertas abiertas en el barrio del Born. Aún así, me resultaba totalmente desconocido hasta no saber de este aniversario. De hecho, pertenece a un grupo según vemos en su web. Además de este espacio gastronómico, tienen un servicio de cátering y un restaurante japonés en Granollers.
Esta década les ha servido para reafirmar su oferta, darle un repaso al local y coger fuerzas para continuar en su línea: el producto de proximidad y orgánico. Su chef Nabil Benhammou descarta también el gluten y la lactosa en sus elaboraciones. Nabil, antes de establecerse en el Restaurante Montiel ha pasado por Monvinic, coincidiendo con Sergi de Meia, Arola, Hisop y estuvo en la partida de pescados de El Celler de Can Roca.
Marc Eiras es el propietario. Sus estudios en nutrición le hacen tener otra perspectiva respecto a los alimentos que va más allá del sabor que puedan aportar. Es posible que, influenciado por ese conocimiento, haya optado por el Km. 0 y el SlowFood para su menú y su carta con más conciencia que tendencia.
Restaurante Montiel tiene dos plantas. La superior, donde estuvimos, está más pensada para grupos o eventos privados. Decorado con tonos cálidos y blancos, una mezcla siempre exitosa. Un servicio muy correcto está pendiente, es discreto y da la bienvenida. Se agradece, un sector algo desprestigiado por la falta de profesionalidad en muchas ocasiones.
En este espacio gastronómico el menú degustación es la mejor opción para probar su variedad, como es habitual. Está compuesto por un total de 9 pasos, 3 primeros, 3 segundos y 3 postres que puede ser tomado con o sin maridaje. Siguiendo con su línea, los platos van cambiando según la temporada y el producto disponible.
Degustamos algunos de estos platos alrededor de la mesa que compartimos también con el representante de Cuvee 3.000, proveedor habitual que siempre descubre las últimas novedades en vinos naturales.
Respecto a sus propuestas y para empezar, encontramos una Ostra del Delta con espuma de la fruta de la pasión o el ceviche de lubina, en el que la leche de tigre era un sorbete. Es un buen comienzo que continúa con unos guisantes de Llavaneres con chipirones. Unas perlas verdes irresistibles muy bien cocinadas y dulces acompañadas con un buen aliado. No falta un original arroz de mar que, dependiendo del mercado, irá acompañado de gamba o de calamar, como el que nosotros probamos. Hecho con una buena base de sofrito y caldo, que siempre es el gran secreto del arroz. Un velo de panceta ibérica le ayudaba a potenciar el sabor, aunque no hubiera sido necesario, es cierto que le daba un toque diferente.
Un plato de carne para equilibrar puede ser un cordero lechal con murgulas y crema de coliflor puede ser el que de paso a los postres. Entre ellos, un financier muy especial, sin nada de gluten y rodeado de pequeños guiños dulces.
Los vinos de Cuvee que se sirvieron en el menú fueron
Ya por si solos son un acierto. Unos vinos extraordinarios y poco habituales que tuvimos la suerte de descubrir.
La cocina de Montiel tiene una buena base. Equilibrada, busca la forma de diferenciarse y nuevas texturas para presentar los platos más clásicos y sorprender al comensal. De hecho, lo hacen y así es reconocido ya que este año, han sido incluídos en la última edición de la Guía Michelín. Quien sabe si poco a poco, seguiremos recibiendo noticias suyas…
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