Restaurante Pomodoro, la cocina de Salerno en Barcelona
Restaurante Pomodoro, la cocina del Sur de Italia.
Restaurante Pomodoro no hace mucho que abrió sus puertas en La Diagonal de Barcelona, en pleno centro. Toni Fandango y Francesco Cali son los artífices de este restaurante que combina su cocina con coctelería. Su inspiración nace en la zona de Salerno, al sur de Italia, desde donde se proveen de la gran mayoría de los ingredientes que formarán parte de sus platos. Su apuesta ha sido fuerte y la han llevado a todos los ámbitos del restaurante, no solo a los fogones. El equipo, el local e incluso la decoración, muy agradable por cierto, es de origen italiano. La primera impresión es buena, y se incrementa al ver que el local está lleno, incluso su terraza.
Ya sabemos que en un restaurante italiano es imprescindible la pasta y la pizza, al final cuando pensamos en comida italiana la imagen aparece, pero hay más platos que forman parte de la gastronomía del país en forma de bota. De hecho lo hemos podido saber por otros locales donde hemos probado carnes, ensaladas e incluso pescado pero es inevitable la asociación de ideas. Bueno, quizá hay otra cosa de la que también nos acordamos: el tiramisú.
Nada de esto falta en Pomodoro. Ni tampoco unos buenos entrantes, o mejor dicho, los antipasti, donde encontrar la típica parmigiana de berenjena, un buen pan con albahaca y tomate hecho por ellos que desmonta el dicho (pan con pan…) o algunos de sus embutidos más representativos, como la Mortadela. Tablas donde el queso de varios tipos abunda, fritura y ensaladas son otra alternativa para empezar, si no queréis ir directos al grano y, además, ideales para compartir. En su carta también apreciamos carnes y pescados, estos últimos algo escasos como platos, sin embargo, si se encuentra el producto del mar en muchas de sus otras elaboraciones.
La gran variedad se encuentra en sus pizzas y pastas, siguiendo la tradición. En el caso de la pasta, elegimos el estilo “alla matriciana”, lamentablemente famosa últimamente por el terremoto del verano pasado, pero preguntad cuando vayáis porque, como pasó el día de nuestra visita, puede ser que exista una pasta que no esté en la carta y que os pueda seducir más. Es lo que a mi me pasó cuando me comentaron que ese día podía tomar la pasta con mejillones. Sin duda, son los reyes de “al dente”, la pasta estaba en su punto exacto.
Respecto a las pizzas, son de buen tamaño y con una buena masa. Hay una clasificación con dos grupos: las llamadas pizzas tradicionales y las gourmets. Cualquiera de ellas se elabora en un horno mixto de gas y leña hecho por artesanos napolitanos. La elección dependerá de su buscas algo más sofisticado o prefieres ir a lo seguro, como en nuestro caso. La Margarita, la pizza napolitana por excelencia creada para honrar a una reina es un acierto seguro. En ella se aprecia la calidad del tomate, que traen en conserva natural desde su país. Unos tomates dulces como bombones. No soy una especialista de las pizzas, el queso me limita, pero debo decir que, pese a mi inexperiencia, me pareció muy buena. La opinión de mi acompañante también fue un aprobado con nota.
Seguimos siendo clásicos en los postres y cayeron el tiramisú y la tarta Caprese al chocolate. Los dos caseros y hechos por ellos, no hay que hacer ningún esfuerzo para comerlos. Dulces, pero no en exceso, fueron el broche final.
En Restaurante Pomodoro también ofrecen carnes típicas como la Fiorentina o la Chianina, para aquellos que huyan de los tópicos. Entre semana el restaurante ofrece dos opciones de menú, 12,90€ o 14,90€ y también da opción a negociar un menú cerrado para grupos con precios que oscilan entre los 25 y 45 euros. Algunas noches de la semana se combina la coctelería con actuaciones en directo.