I Salón Internacional del Chocolate, un salón para derretirse.
Madrid ha acogido el pasado fin de semana el I Salón Internacional del Chocolate, una iniciativa que nace con vocación de permanencia tras muchos intentos de diversos organismos por aglutinar a una industria a la que muy pocos pueden resistirse y es que cada español ingiere unos 4 kilos de chocolate de media al año.
La celebración de este certamen ha transcurrido en el marco del Día Mundial del Chocolate y bajo el patrocinio de La Colonial de Eureka, la empresa chocolatera más antigua de España (1866), cuyo gerente y a su vez, presidente de la Fundación Villa y Corte del Chocolate, Francisco González, se ha convertido en el impulsor de esta dulce iniciativa.
“Madrid se merecía un salón como el que ya tienen otras ciudades europeas como París, Londres o Milán, puesto que España cuenta con una larga tradición chocolatera, con grandes familias y maestros que han dejado su impronta en la historia de este país”.
Algunas de esas históricas familias no han querido perder la ocasión para respaldar el pasado fin de semana el I Salón Internacional del Chocolate celebrado en Madrid, como Valor, Lacasa o Chocolates Comes y, aunque se echa de menos a las grandes multinacionales, lo cierto es que desde el salón quieren preservar ese aire artesanal y nostálgico que impera en el seno de las grandes sagas chocolateras de nuestro país, algo así como el chocolate de autor. Así, en esta primera edición, el salón ha contado con la participación de 40 expositores, la mayor parte internacionales, una cifra modesta pero digna que, confiemos, vaya incrementándose progresivamente para hacer esta experiencia más dulce si cabe.
Entre el origen de los expositores extranjeros que han asistido al I Salón Internacional del Chocolate destacan fundamentalmente tres: Ghana, Perú y República Dominicana, que coinciden con los tres países invitados al certamen en esta primera edición. Según nos explica Francisco González
“para que este salón tenga una vocación internacional debíamos contar con la presencia de las principales piezas en el tablero mundial del chocolate”.
Así, Ghana es el segundo país productor de cacao del mundo, tras Costa de Marfil; la República Dominicana mantiene el liderazgo en la obtención de cacao orgánico (ecológico) del mundo, aunque éste sólo suponga el 1% de la producción mundial; y Perú destaca por aportar la mayor variedad de chocolates del mundo y ostenta, además, el prestigio de contar con el mejor chocolate del mundo, distinción otorgada a la empresa peruana Shattel durante el pasado Salón del Chocolate del Reino Unido.
En paralelo a la exposición comercial, los asistentes a este dulce evento, unos 10.000 según la organización, no solo han disfrutado de degustaciones, también han podido participar en catas, showcookings, jornadas técnicas y las “chocotalks”, presentaciones y charlas con las grandes estrellas del chocolate de nuestro país como Oriol Balaguer, Montse Abellá, Justo Almendrote, Jacob Torreblanca, David Pallás o Sergi Vela, entre otros, que han aportado su particular visión sobre el “alimento de los dioses”. Asimismo, cuatro imponentes esculturas de animales realizadas en chocolate por el maestro chocolatero Abner Iban, han resultado ser el mejor photocall para dejar huella del paso por este evento.
Entre algunas de las innovaciones que hemos visto en el I Salón Internacional del Chocolate, además de la ingente variedad de sabores -a la sal, mojito, picante o de anchoa-, entre muchísimos otros, han sido la miel chocolateada y la cascarilla de cacao para infusiones, ambas propuestas de Chocolates Comes. Sin embargo, aunque las empresas están buscando constantes formatos para sorprender al público, con nuevos sabores, texturas y combinaciones, hacia donde avanza la industria es hacia formatos más sanos y naturales, con una menor proporción de azúcar y con procedencia ecológica.