Ikoya Izakaya: un japonés con personalidad única
Un ‘matrimonio’ gastroempresarial como el de Hideki Matsuhisa (KOY Shunka) e Iñaki López de Viñaspre (Grupo Sagardi) solo podía fructificar en un proyecto tan tentador como potencialmente comercial (en el mejor de los sentidos) como resulta Ikoya Izakaya. El restaurante o taberna, estratégicamente emplazado frente al mercado de Santa Caterina en pleno Born de Barcelona. Y suma un producto de primera, con la técnica maestra del chef japonés y el toque de fuego que maneja como nadie Sagardi. Una larga amistad previa une a las dos figuras.
El espíritu de mercado, de materia prima fresca ‘top’, se adentra en el espacio, de diseño, buscando emocionar tanto como deleitar al paladar. Matsuhisa hace alarde aquí de años de conocimiento del producto mediterráneo y de sabores con los que ya conquistó a los barceloneses en el cotizado Koy Shunka. Aquí el chef ejecutivo es Jaume del Río.
Cálido y urbano
En Ikoya, que recrea el ambiente de una moderna izakaya de Tokio gracias a la transformación (con “alma urbana”) de Txema Retana se respira un ambiente zen aunque animado y fantásticamente iluminado. Sus aliados han sido maderas nobles, hierro, telas y hasta papel de diario en las composiciones. Está pensado para que cualquier fan de la gastronomía nipona disfrute en todos los sentidos. La vista tiene un papel fundamental, especialmente desde la barra y ante la pericia de sus cocineros.
López de Viñaspre, que ya regentó el mismo espacio en otra etapa anterior, como Orio, aporta la gestión y cierta dosis de raíces de Euskadi, que tan bien le han funcionado en la capital catalana. Así, en su aventura oriental logra una simbiosis redonda con su homólogo y que le permiten aportar muchos proveedores directos y sin intermediarios, relata.
La técnica y delicadeza japonesa y la robata (parrilla de carbón) son aliados perfectos para quienes no sintonizan solo con los crudos. No obstante, el vasco deja claro que lo que se come en Ikoya es “100% Hideki”. “No es un restaurante de fusión”.
Estilo diferenciado
De su variada y certera carta salta a la vista que no es un ‘japo’ más, y que sus precios son muchos más populares que en el buque insignia de Matsuhisa.
Alinea sashimis, nigiris, hosomakis y uramakis, varios tipos de ramen, platillos de carne y pescado, y casi un culto a las verduras. Para un buen festín, sugerimos el delicioso bocado que supone el tartar de atún Bluefin , en concreto el de toro y ostras.
Cambiando de tercio, también funcionan muy bien la berenjena con gambas y miso. Los adictos a los niguiris pondrán los ojos en blanco con el combo que incorpora lomo de atún con un toque de fuego, y salmón anguila del Delta del Ebre en la misma línea y que se funden en la boca.
También da mucho juego para compartir el calamar umekyu, muy tierno, mientras que entre los ases carnívoros de la carta figura el tataki de vaca vieja (20 euros) de extraordinaria melosidad e igual puesta en escena.
Maridaje de sakes
El repertorio abarca ostras a la brasa, karaage de pollo, los sashimis, lenguado con guisantes y trufa, kokotxas, wagyu japonés con sukiyaki y hasta un salmonete sumiso.
La experiencia no sería tan completa sin el maridaje de sakes que propone la casa, con más de 50 referencias. Luce una barra exclusiva dedicada a esta bebida alcohólica a base de arroz, con tantos matices como uno pueda imaginar. El sumiller experto en sake Hugo Rodríguez se convierte en el mejor aliado de la velada, con dosis de pedagogía y los secretos de cada brebaje.
Si hay cabida para los postres, cuentan con media docena de opciones, del Mochi matcha al choco café con tofee, helado de leche de oveja, macadamia y whisky japonés. El tíquet medio ronda los 50 euros.
Av. de Francesc Cambó, 23, 08003 Barcelona
93 310 18 18
ikoyaizakaya.com
De lunes a domingo, de 13:00h a 00:00h