Los Mainat se estrenan en el mundo hostelero con El Magnífic, su primera obra gastronómica en la Costa Brava

Posiblemente, sea su estreno más complicado, pero, una vez más, el espectáculo no ha defraudado. Pol Mainat Sardà, junto a su padre, el famoso actor, productor y empresario audiovisual Josep Maria Mainat, encabezan el reparto de El Magnífic, un restaurante-taberna gastronómica ubicado en Empuriabrava, en el corazón de la Costa Brava.

Para su estreno hostelero han preferido alejarse de las grandes capitales, para buscar un nicho único, y en el que ambos se sienten cómodos. “Nos sentimos muy del Empordà”, puntualizan padre e hijo.

Así, El Magnífic es un “espacio gastronómico”, un restaurante donde la cocina catalana clásica va de la mano de filigranas y técnicas de vanguardia, y donde la calidad premium de todos y cada uno de los productos brillan como grandes protagonistas. Un espacio con capacidad para 45 comensales y siete más en la denominada Barra de los 7 Magníficos. Este, sin duda, es el rincón donde se llega al clímax gastronómico. Una barra frente a los fogones, donde comer unas ostras nº 3, saborear exquisito caviar Beluga, abrir el apetito con el mejor jamón ibérico de bellota o finalizar un ágape con unos quesos artesanos de lujuria. 

“Siempre nos ha gustado comer bien”

“Siempre nos ha gustado cocinar y salir a comer bien. En la familia hemos tenido mucha cultura gastronómica. Mi madre cocinaba ‘magníficamente’”, confiesa Pol Mainat. Por eso, añade, “hemos querido iniciar esta aventura, este proyecto en el que vamos a depositar todo nuestro esfuerzo y ganas para que salga bien”.

El establecimiento, que protagoniza el actor, director y realizador Pol Mainat, hace honor a su nombre y ofrece una magnífica selección gastronómica para paladares sibaritas. El propio Pol es el encargado de buscar, elegir y seleccionar personalmente las mejores materias primas para que su chef, Aniol Pararols, las ejecute a la perfección.

Pararols, formado bajo el paraguas de los hermanos Roca, elabora platos que, aunque sencillos, brillan en la mesa. Platos como los huevos fritos del Pol i l’Aniol, con trufa y caviar; o las coliflores con bechamel, aceite de trufa, chips de ajo tostado y panceta. El carpaccio de aguacate con caviar, salsa mole y helado de guacamole ha conquistado ya a muchos de sus comensales, como también lo ha hecho el ceviche de gambas con carabineros, helado de kikos, boniato y leche de tigre; o el rape a la plancha con salsa beurre blanca, olivada y verduras. 

“Queremos hacerlo muy bien, ser creativos”

“Cuando mi padre y yo nos ponemos a hacer algo juntos, queremos hacerlo muy bien, ser creativos, porque lo llevamos en la sangre. Por eso, decidimos llamarlo El Magnífic, un nombre que nos recuerda que no debemos bajar nunca la guardia. Un lugar de reunión para los que quieren comer bien en la Costa Brava”, apunta Pol Mainat. 

De hecho, El Magnífic quiere posicionarse así, como un espacio para paladares sibaritas, pero también para los que gustan del buen comer. Por ello, la carta es muy variada, para todos los gustos y bolsillos: permite una comida gourmet por menos de 50 euros, pero que también puede ser un ágape “magnífico” y memorable, sin límite. Cocina tradicional catalana, producto de proximidad, fusionado con técnica, perfección y filigranas de alto voltaje. Una propuesta, sin duda, única en Empuriabrava.