Rhodes 2008 (DO Empordà). Mar y Tramontana

L’Empordà, que toma su nombre de la ciudad de Empuries, colonia griega primero y romana después, fue una importante zona vinícola desde el siglo III aC. hasta el V dC. cuando la decadencia del Imperio Romano y la posterior invasión musulmana acabaron con el cultivo de la viña. La recuperación se produjo a partir del siglo VIII dC., con la Marca Hispánica de Carlomagno y el establecimiento de diversos Monasterios Medievales, especialmente el de Sant Pere de Rodes que todavía conserva las bóvedas de sus antiguas bodegas. De todos es sabido que los monjes tenían pasión por la elaboración de vinos y licores, por aquello de la liturgia y los placeres terrenales.

Un paréntesis ilustrativo: San Benito en su Regula monasteriorum, Regla de los monasterios, escrita en el año 540 dC., en el capítulo XL dice:”Atendiendo a la debilidad de los flacos, creemos que basta a cualquiera una hemina de vino al día” (una hemina corresponde a 18,11 litros) y en el Monasterio de Silos, en 1338, se producían 1.550 cántaras de vino, pero se consumían 3.620. Si tenemos en cuenta que cada cántara contiene 16 litros, el consumo anual era de  57.920 litros de vino. Está claro que ademas de la liturgia y la eucaristía, los monjes utilizaban el vino para otro tipo de menesteres…

Pero volvamos a L’Empordà. Su máximo esplendor como zona de producción de vinos se produjo a partir de 1.860 cuando la filoxera atacó las viñas francesas. Pero a partir de 1.879 el insecto cruzó los Pirineos y arrasó una zona de mas de 40.000 Ha. de viñedos, de las que hoy en día solo se han recuperado 2.000, apenas un 5%. En cualquier caso, L’Empordà atesora mas de 2.000 años de historia y patrimonio del vino.

Quizas los vinos de L’Empordà tienen dos características que los hacen singulares y distintos, especialmente los elaborados en la zona norte, L’Alt Empordà, donde  se puede apreciar la cercanía del mar a las viñas y el influjo de la Tramontana en sus vinos. El mar trasmite su salinidad al suelo y éste a las viñas. La Tramontana las sacude y las seca, protegiéndolas de la humedad y las plagas. Ambos efectos dotan a estos vinos de unas características únicas y singulares.

Hoy os traemos un tinto ampurdanés, el Rhodes 2008 , DO Empordà, de Bodegas Mas Llunes, ubicadas en Garriguella, capital vinícola de l’Alt Empordà. El nombre del vino está inspirado en el nombre de la cercana ciudad de Roses (Rhodes, en griego) y la rosa invertida de la etiqueta es el símbolo de la ciudad en los antiguos dracmas de la colonia.

El Rhodes es un tinto 70/30 Samsó y Syrah. Las uvas de Samsó (nombre local que se le da a la Cariñena o Carignan) provienen de un viñedo muy viejo, con más de 110 años de edad de la Finca de Fontanilles. Cariñena y Samsó se vinifican por separado hasta su coupage y embotellado.
El Rhodes es un vino elegante y moderno. Destaca especialmente su equilibrio, su redondez, aunque no se trata de un vino goloso. Es un vino frío en el ataque, que necesita ser movido y calentado en boca para soltar sus esencias. A la vista es rojo oscuro, con los tipicos ribetes violáceos que le confiere su coupage. En nariz no es excesivamente potente, pero si se pueden apreciar aromas y notas a frutas rojas y especias. En boca es fresco y equilibrado con un paso salino que te sugiere los efectos de la brisa marina y la Tramontana.

Nosotros probamos un 2008 que fue una añada calificada como muy buena, pero si tenéis la oportunidad de encontrar un 2007  añada Excelente, no dejéis pasar la oportunidad de degustar este buen vino. Su precio alrededor de 11€ no puede ser impedimento para probarlo.

Salud Camaradas ¡¡¡