City Bar
Hace unos años la oferta hotelera de Barcelona era escasa. Muchos no lo recordéis, pero había pocos alojamientos. También es cierto que no era una ciudad ni mucho menos como es hoy, turísticamente hablando. La demanda creciente y el posicionamiento de Barcelona como un atractivo destino turístico provocó la necesidad de aumentar y mejorar dicha oferta.
Y la ciudad lo puso en práctica, y cómo!. De hecho, hasta se está planteando frenar nuevas licencias… algo habréis oído. No nos pronunciaremos, hemos venido a “hablar de mi libro” y en esta ocasión el libro es un restaurante de Hotel que tanto nos gustan: City Bar del Grand Hotel Central.
En una calle, para mi deslucida, pero una de las más bonitas de Barcelona, como es Via Laietana, se encuentra este hotel que ha recibido su quinta estrella no hace mucho. Ubicado en un edificio de 1926 el Grand Hotel Central, perteneciente a Único Hotels (Único Hotel Madrid y The Principal Hotel Madrid) guarda algún tesoro que otro, como una magnífica y discreta terraza con unas vistas realmente privilegiadas que te permite perspectivas únicas sobre Santa María del Mar que contrasta con el perfil las Torres Mapfre, una buena galería donde disfrutar de alguna que otra obra de arte o su restaurante City Restaurant, quien ocupa nuestra atención.
Las mesas están suficientemente separadas y no es un sitio desconocido dado la gente que allí está comiendo. Más de uno ya ha descubierto este restaurante y ha vencido la barrera de descartarlo por encontrarse en un hotel. Es posible que su acceso directo ayude, pero no debemos quitarle mérito al que posiblemente sea el motivo de tener esta clientela: su cocina.
Empezaremos con una sopa de cebolla renovada al horno de leña.
Que es una sopa de cebolla renovada nadie puede negarlo. Basta con ver las fotos y pensar que podría ser cualquier otro plato. Bien hecha, y, sobre todo, muy bien presentada. El huevo en su punto, la clara cocinada y la yema, al romperlo, salía para mezclarse con un caldo sabroso. Muy buena.
El siguiente plato fue un Taboulé orgánico con bogavante y eneldo.
Por lo que he podido averiguar, el Taboulé es plato frío, una ensalada muy típica de la cocina árabe en el que uno de sus ingredientes el Bulgur es el que a nosotros nos resultará más familiar, aunque, por lo menos a mi, no con ese nombre. Un preparado de trigo, parecido a un cus cus o una sémola en el aspecto. El bulgur era lo que formaba parte de esta sopa junto a buenos trozos de bogavante, remolacha y el aroma típico de la hierba mediterránea. Un buen fondo de pescado daba cuerpo al caldo.
Una degustación de un arroz con alcachofas y gamba roja de Palamós fue otro de los primeros. Gran cremosidad en el arroz y tanto la gamba como la alcachofa estaban en su punto. Poco se puede decir si los ingredientes son buenos y es difícil que un plato salga mal si los utilizamos. Pero hay quién aún así malogra estas maravillas. Ni muchísimo menos fue el caso de City Bar, más bien fue todo lo contrario. Ensalzarlos, si cabe, en un gran plato.
Continuamos con una degustación de un bacalao en su punto, que descansaba en una base de garbanzos guisados. Un plato casero, cuidado de muy buen producto y bien tratado. Detalles como el crujiente de la piel le daban una textura más sofisticada.
Finalizamos con la carne, con el plato más potente de sabor. Una versión de lo que sería un pato con peras, con toques innovadores y creativos. Este plato que es llamado en su carta Albóndiga de pato con foie y avellanas, es mucho más que eso. De entrada, habla de albóndiga en individual por la razón de que el tamaño de ésta es suficientemente grande como para ser servida de forma única. Si fuera algo más aplastada sería una hamburguesa y no de mala talla. El foie y el pato de esta forma era mantequilla pura. Realmente Delicioso.
Un postre nada cargante y fresco fue el punto final de esta degustación. Piña colada con espuma de crema catalana, buena textura que te trasladaba a El Caribe.
Esto es una pequeña muestra de lo que ofrecen con la renovación de su carta y con el nuevo equipo: el chef Alberto Vicente en la cocina y Judit Serrano como jefe de sala. Una renovación que se aprecia en los platos, bien elaborados y equilibrados.
City Restaurant se une a los hoteles gastronómicos que abren sus puertas, equipo e instalaciones al público de Barcelona y lo hace bien, en la línea de ofrecer muy buenos menús a buenos precios en entornos discretos y cómodos. Unos menús que pueden disfrutarse a mediodía por 22.50 Euros los días laborables. Pero si quieres disfrutar algo más, puedes optar por su menú degustación por 50 Euros o un menú especial de mercado intermedio por 32 Euros.
Tomad nota, dará que hablar.